A Rosa María la pobreza le hace más daño que las lluvias

Los Mochis, Sin.- Mientras algunos duermen tranquilos cuando llueve por las noches, algunas familias la pasan en vela, resguardando sus pocas pertenencias donde no se les mojen, incluso se refugian con vecinos para la seguridad de sus hijos, porque para ellos, eso significa ser pobres.

Rosa María Huicho Armenta, es una joven madre que desde hace un año vive en la colonia Diana Laura, una de las más pobres de Los Mochis, en donde los apoyos llegan sólo cuando ocurre una tragedia, o ya de plano, cuando se expone ante las autoridades el grado de marginación en el que viven.

Cuenta que la noche anterior, ocurrió lo que siempre cuando llueve, corrió a refugiar a su hija, en un cuarto donde vive su mamá y su hermana para que no se le mojara.

“Se me mojó todo, mi cama, ropa de mi hija, ropa mía, de hecho hay un cochinero, hay mucho lodo", reveló

"Así no se puede vivir, de hecho el mismo aire me arrancó el hule y otras carteras que tenía atrás, y sí se me metió mucho el agua, de hecho no pude dormir en toda la noche y la madrugada”.

Su humilde vivienda, de cartón y hule negro, está destrozada por la lluvia, pues las pocas tablas que tiene a los costados no cubren el aire, ni el hule resistió el peso del agua.

-¿Cómo armaste tu casa?

“Con pedazos de hule, cobijas, de lo que pude, es una batalla y pues ni modo la pobreza está muy grande”, sostuvo la humilde joven.

Su esposo, de oficio albañil, gana 700 pesos a la semana, pero asegura que la mayoría se les va en pañales y leche, de su pequeña hija de un año, y que a veces no tienen ni para comer.

-¿Qué es para ti la pobreza?

“Pues para mí, la pobreza es desear algo y no poderlo tener, porque no tienes dinero, más que nada que no tengas un taco para comer, ni dinero para poderlo comprar”.

-¿Haz pasado por esa situación?

"Sí".

-¿Muy seguido?

“Sí, muy seguido, a veces; sin desayunar, sin comer y sin cenar.

Cuenta que a las primeras casas ubicadas en la entrada de la colonia les llegan apoyos de familias ricas de Los Mochis, a quienes llevan despensas, abanicos y ropa, pero a ella, por estar en la orilla del monte, no se le acercan.

Lamenta ser pobre pero dice que no tiene de otra, lo que sí la pone triste, es cuando su hija tiene hambre y no tiene qué darle de comer.

“Voy con mis amigas y me dan que la leche, me dan un taco, y así es como sigo, a mi hija pues voy y la llevo con mi mamá, yo más que nada para ella, porque yo me puedo aguantar pero ella no, ella es una niña y yo sé que no se va aguantar".

"Ellos no se miden si hay o no hay, ellos piden”, aseguró la mujer mientras recogía algunos de los juguetes de su hija que se cayeron con el viento.

Si usted desea apoyar a esta familia, puede llamar al número 6682-29-15-33 con Rosa María Huicho Armenta, lo que más requiere es leche y pañales para su hija de un año, así como alimentos.

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