Policías antimotines desalojan a comerciantes del Centro

Los Mochis, Sin.- El cruce de Ignacio Zaragoza y Obregón del Centro de Los Mochis se convirtió en una "zona de guerra" tras la llegada de los elementos antimotines de la Policía Municipal, durante la noche de este jueves donde se realizó el desalojo de los comerciantes de la vía pública.

Al llegar los agentes, iniciaron los conatos violentos, comerciantes vandalizaron y bloquearon calles con barricadas de cajas de cartón y madera, incendiándolas para obstruir el paso a los vehículos oficiales y patrullas.

Ahí los comerciantes se reorganizaron pero de inmediato comenzaron las agresiones de ambas partes.

Tras las primeras detenciones de personas que se encontraban quemando cajas, gritando e incitando a mantener los bloqueos, el director de la Policía Municipal, Gerardo Amarillas Gastélum, quien encabezaba el operativo, fue enérgico y dijo que aplicaban el Bando de Policía.

"No lo vamos a permitir porque aquí tiene que haber un control, solamente estamos aplicando el Bando, no vamos a permitir que se dañe nada, así de sencillo", dijo tajante el comandante Amarillas.

Ahí, una de las mujeres, quien dijo ser madre soltera y tener 28 años trabajando en la vía pública en un puesto de verduras, lamentó la situación, que durante la movilización policías empujaron y golpearon a mujeres, incluso una de ellas fue trasladada de emergencia al Hospital General.

"Ustedes no saben qué presidente tenemos que manda a golpear a mis compañeras que son mujeres embarazadas, también compañeros y lo premiaron es un cabrón bien hecho, malagradecido. ¿dónde está su misericordia?. Se cree un Dios de la gente, de las personas, y no se vale esto", gritaba en medio de la revuelta.

Las comerciantes insistían en que les dieran una prórroga hasta el 26 de diciembre y que se comprometían a firmar un documento para que avalara dicho acuerdo, con el argumento de que los días decembrinos son los más prósperos para ellos y posteriormente se irían al Mercado de la Zona 030.

"Es una perversidad lo que está haciendo Arturo Duarte con nosotras las mujeres trabajadoras, no somos sicarias, no somos mafiosas, somos trabajadoras, pedimos nada más trabajar hasta el 25 de diciembre, para el 26 irnos, no somos mentirosas, somos mujeres pero tenemos los huevos bien puestos", señaló la mujer mientras lloraba.

Por su parte, y tras haberse llevado a más comerciantes detenidos, José Ángel Sánchez, líder del grupo Las Marías, dijo que el delito por el cual usaban la fuerza pública fue precisamente porque no se retiraron voluntariamente del Centro, y en ese momento llegaron y se lo llevaron detenido.

"Nos encontramos ante la mayor intransigencia de un gobierno represor, estamos exigiendo una prórroga solamente, el delito por el cual hoy nos están echando la policía encima; es porque no acatamos la disposición de irnos este día", gritaba en medio de los comerciantes. Luego unos elementos lo sometieron y lo subieron a una patrulla.

Además junto con él, se llevaron a Roberto Galicia, otro comerciante quien observaba el desalojo, ante esto la madre, del detenido pidió una respuesta la director de la policía, quien respondió que habían cometido un error y que se utilizó la fuerza pública necesaria.

Ahí el secretario del Ayuntamiento, Martín López Montiel, aseguró que no se utilizó exceso de fuerza y que los agentes sólo respondieron al incitación de los comerciantes.

"Generan caos, ingobernabilidad y bueno nosotros tenemos que poner orden en ese sentido y por eso es que estamos actuando con la fuerza pública. No es una confrontación del gobierno, se les ha pedido infinitamente que se reubiquen, pero bueno ellos se están confrontando, pero ante la incitación el gobierno solamente está respetando y de alguna manera está actuando".

Después de más de una hora de aventones, jaloneos, gritos y agresiones, fueron por lo menos 7 los detenidos, dos de ellos líderes de comerciantes; José Ángel Sánchez y Guillermo Algándar.

Posteriomente, con barras, sopletes y marros las autoridades procedieron a retirar una a una las estructuras metálicas de los puestos y aunque muchas mujeres continuaron pasada la media noche, amenazaron con instalarse de nuevo en su punto de venta.

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