Invasores del Mallorca son profesionistas y maestros

Los Mochis, Sin.- Con la fuerza pública, con la intervención del Ministerio Público y tras un largo proceso judicial es como invasores han sido obligados a entregar las viviendas que habitan de manera clandestina en el fraccionamiento Mallorca.

Enrique Maturín Angulo, representante legal de la empresa, señaló que se han ido recuperando por paquetes pequeños pero se ha logrado avanzar.

Mencionó que el pasado viernes 16 se recuperaron 8 viviendas y este lunes 2 más, sin embargo, no es suficiente porque en algunos casos los invasores regresan y se apropian de otras casas.

Además, mencionó que por la calle Primer Retorno Cerro de Murciélago de dicho fraccionamiento, en donde ya anteriormente se han realizaron desalojos con apoyo la Policía municipal y Ministerial, hay una profesora de la UAS que invade cuatro viviendas; para ella, sus hijos y una la renta a una cuñada.

Otro de los invasores, es un profesor de una secundaria técnica, que se apoderó de tres casas, dos por la misma calle y una conectada por la parte trasera.

Incluso, otra vivienda que ya fue recuperada, era invadida por una exfuncionaria del jurídico del municipio de Ahome y su esposo; militante activo del PRI.

“Ahorita llevamos alrededor de unas 40 recuperadas nos faltan unas 12 por restituir por parte del Ministerio Público, y están en programa de las otras restituciones”...

¿Sigue la resistencia de los invasores de entregar las viviendas?

“Jurídicamente ellos ya no tienen nada que hacer, las cosas se están actuando conforme apegados a derecho, sobre todo, se están restituyendo mis derechos que es lo más importante”.

Por su parte, autoridades judiciales solicitan la intervención de Semarnat ya que en una de las viviendas se encontró una gran cantidad de cajas con abejas, misma que era usada para la producción y venta de miel; sin embargo, al momento del desalojo se tuvo que solicitar la presencia de Protección Civil, ya que estaban en riesgo el personal de la PGJE, pues intencionalmente fueron colocadas en la entrada de una vivienda, mientras que al interior estaba conectada a otra donde habitaban.

Dichas cajas están marcadas a nombre de Gilberto Calvillo Cervantes.                        

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