“Como judío, mi hijo, cumple mi promesa a Jesús”

Los Mochis, Sin.- La Semana Santa en las comunidades indígenas del estado de Sinaloa cuentan con un arraigo importante, pues son muchos los pueblos que cumplen con ancestrales tradiciones alusivas a la Pasión, Muerte y Resurrección de Jesucristo, en donde los participantes cumplen con una posición destacada basada en la fe.

Para Hilda Élida Aguilar Cebejeca, vecina de San Miguel Zapotitlán, el festejo de la Semana Mayor es una promesa cumplida, pues 11 años atrás, cuando su hijo acababa de nacer, el pequeño Juan Francisco Ramírez Aguilar estaba enfermo de muerte y en una oración se lo ofreció a Jesús.

“Yo a mi hijo lo tenía muy malo, y así como se lo prometí yo a él cuando me lo dieron en el Seguro, yo se lo prometí al señor, yo me hinqué y le dije al señor: llévatelo si te lo quieres llevar, si me lo vas a dejar, déjamelo pero alíviamelo”, recordó.

Después de esa oración el niño “milagrosamente se alivió” y desde su primer año se vistió de judío para participar en las procesiones, a sus 11 años,  Juan Francisco cumple con la segunda figura más importante de esta tradición, después del Pilato, es el Alférez que se encarga de portar la bandera roja de los judíos, para su madre, verlo significa una promesa cumplida.

“Me siento muy contenta, muy orgullosa porque no cualquiera levanta la bandera del Señor, muy orgullosa de que la levante mi hijo, me siento muy contenta y feliz de que siga la tradición porque es un niño muy pequeño que va a cumplir 11 años y es una tradición cien por ciento de fe al señor Jesús de Nazaret”, recalcó.

Los habitantes de San Miguel Zapotitlán guardan estas tradiciones con mucho fervor y respeto, para ellos no existe la playa o pasear en el río, solo se dedican a venerar al señor durante la Semana Santa y Semana de Pascua, donde viven el luto y dolor por la muerte y resurrección de Jesucristo.

En la iglesia de San Miguel se pueden ver año con año a miles de feligreses que acuden a vivir la procesión, pagar mandas o promesas como la que una vez hizo Hilda Élida para salvar a su bebé, ofrenda que ve cumplida cada vez que mira a su hijo vestido de judío y portando la bandera roja como Alférez.

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