Sección

País-Mundo

¿Por qué un perro de búsqueda y rescate no puede ser donado?

A poco más de tres meses del sismo del 19 de septiembre, tras haber salvado a seis personas y recuperado ocho cuerpos, con la ayuda de su binomio canófilo “Pánuco”, el Policía Militar, Jorge Alejandro Cuéllar Hernández, agradeció a la ciudadanía capitalina el trato que le dispensaron en las labores de rescate.

Notimex
27/12/17

¿Por qué un perro de búsqueda y rescate no puede ser donado?

Ciudad de México.- A poco más de tres meses del sismo del 19 de septiembre, tras haber salvado a seis personas y recuperado ocho cuerpos, con la ayuda de su binomio canófilo “Pánuco”, el Policía Militar, Jorge Alejandro Cuéllar Hernández, agradeció a la ciudadanía capitalina el trato que le dispensaron en las labores de rescate.

“Las muestras de agradecimiento de la gente fueron muy buenas. Tengo que agradecer, reconocer a la población civil, porque nos trataron como su familia, nos ofrecían de todo, siempre estaban al pendiente de todo, que no nos hiciera falta nada, y nosotros nunca vamos a dudar en ayudar a nuestro pueblo”, expresó, en entrevista con Notimex.

Imagen Placeholder

El Policía Militar es manejador de perros de búsqueda y rescate; y tras el sismo del 19 de septiembre, hizo presencia en las colonias Portales y Del Valle con su binomio canófilo “Pánuco”, un perro pastor belga malinois de cuatro años de edad, con quien, aseguró, siempre estará presente para ayudar a la gente.

“Pánuco para mi representa como un hijo, un familiar mío, algo muy importante en mi vida, porque a diario llevamos una labor que yo siento que somos una persona y en cualquier momento que se pueda activar el Plan DN-III-E, él va a estar para apoyarme y yo lo voy a apoyar a él”, expresó.

Imagen Placeholder

El Policía Militar Cuéllar y “Pánuco” son personal asignado al Centro de Producción Canina del Ejército y la Fuerza Aérea mexicanos, en San Miguel de los Jagueyes, Estado de México, donde la reproducción de perros de búsqueda y rescate alcanzó este año la meta de 300 cachorros, que desde los dos meses de edad empiezan a ser entrenados para esa labor.

El Centro cuenta con áreas tales como maternidad, quirófano, destete, reproductores y entrenamiento, entre otras, y está en condiciones de recibir a los ejemplares cuya vida útil ha terminado, alrededor de los 10 años, para seguirle dando atención y cuidados en una especie de “retiro interno”.

El Mayor Médico Veterinario y director del Centro, José Ramón Martínez Sandoval, comentó que por tratarse de perros de trabajo, en su retiro no pueden ser llevados a casas o a donaciones externas, porque al tener un temperamento alto, se les generarían trastornos de conducta.

Por ello, son concentrados en sus unidades o en el propio Centro, para que sigan recibiendo atención y cuidados, y mantengan una buena calidad de vida, pues cuando no es así, se les duerme para que no sufran.

En el Centro, la reproducción de pastor belga malinoi y -en menor medida- pastor alemán, es supervisada desde los ejemplares que se van a reproducir, de los cuales se analizan sus características genéticas, tipo de sangre, si ha ganado algún certamen, su “línea de belleza” y el estándar de trabajo, entre otras cosas.

Desde los tres días de nacidos, los manejadores empiezan su labor de agudizar sus sentidos, y a los dos meses de edad, los cachorros empiezan su cuadro preventivo de vacunación y desparasitación, y se les imparte socialización y adiestramiento temprano, pues con el tiempo serán ejemplares con un “temperamento alto”.

A los cuatro meses de edad, los binomios canófilos son cachorros que tienen sus instintos desarrollados, que junto con sus manejadores, están buscando su juguete y jugar, y es cuando se les entrena en el “marcaje positivo” y marcaje activo”, con pseudo aromas.

Con una estimulación que siempre se basa en la búsqueda de su juguete, los perros desarrollan habilidades para detectar, a través de los pseudo aromas, enervantes como cocaína, mariguana y heroína, entre otras; explosivos como pólvora, TNT y “mecha lenta”; armas.

Igualmente, para búsqueda y rescate de personas; así como de cadáveres frescos o putrefactos; y algunos ejemplares más son adiestrados en materia de guardia y protección.

De las filas de este Centro de entrenamiento han salido ejemplares como “Pánuco”, que tras el temblor del 19 de septiembre salvo seis personas con vida en la colonia Portales y ocho cuerpos en la Del Valle; “Pasta” que colaboró al rescate de nueve personas fallecidas y “Rayo” con otros nueve cuerpos hallados.

El Policía Militar Cuéllar Hernández, comentó que, como binomio canino, con “Pánuco” trabajó también en el rescate de personas tras un incendio registrado en el mercado de Tultepec, Estado de México, donde hubo diversas explosiones de material para juegos pirotécnicos, y gente que salió con quemaduras.

Aseguró que esas labores permiten confirmar que los ejemplares de búsqueda y rescate, “más que animales son unos seres vivos, van a ayudarnos en el momento que sea, sin importar la hora o el clima, siempre van a estar ayudándonos, y nos enseña que debemos de cuidarnos ahora más que nunca”.

Dijo que aunque es impredecible, ojalá no vuelvan a ocurrir hechos como los ocasionados por el sismo del 19 de septiembre, pero en el momento que se presente, “nunca vamos a dudar en ayudar a nuestra gente mexicana. El Ejército y la Fuerza Aérea siempre van a estar para ayudar al pueblo mexicano”.

“Siempre, el Ejército y la Fuerza Aérea mexicanos, vamos a estar luchando, hombro con hombro, con la población civil, y ayudarlos en todo lo que se pueda”, puntualizó.





Te puede interesar:

    ×