Sinaloa | Norte
A un año de las inundaciones, en Olas Altas siguen sin llegar los apoyos
Esta fue una de las comunidades rurales que más afectaciones tuvo con las inundaciones que provocó la tormenta tropical 19-E.
FOTO: Martín Ruiz | Archivo.
Los Mochis, Sin.- El 19 de septiembre del 2018 es una fecha que difícilmente olvidarán los habitantes de la comunidad de Olas Altas, para ellos, existe un antes y un después a ese día.
Y es que bastaron solo unas horas para perder todos sus bienes y pertenencias que bastantes años les costó obtener.
La señora Guadalupe López Heredia tiene muy presente la inundación, ese día, en cuestión de minutos, tras el desbordamiento del canal Sevelbampo, el agua comenzó a subir rápidamente hasta ingresar a las casas, rebasando el metro de altura; si salían a las calles, la cantidad de agua era mucho mayor.
“Estaba lloviznando y de repente de vino el agua, se fue metiendo poco a poquito, hasta que nos llegó hasta la cintura adentro, y afuera más arriba”.
¿Qué les dijeron las autoridades?
“Pues, según, iban a ayudar a arreglar las casas, porque se nos derrumbaron de abajo, se comieron las casas, nos quedamos si muebles, sin nada, todo, todo se nos destruyó”.
En medio de la tragedia, se vieron esperanzados con las promesas de ayuda por parte de las autoridades. Sin embargo, con el paso de las semanas y los meses, éstas, a decir, de López Heredia, quedaron en el olvido.
“En nada, nada, nada nos han ayudado. Y vinieron, midieron, checaron hasta dónde llegó el agua y todo, y no”.
¿Qué les han dicho a ustedes?
“Pues, no sé, a nosotros, como ya no llegó ayuda pues ya no, no procuramos, porque, pues, puras promesas y nadie nos ayudó”.
Doña Guadalupe asegura que a nadie en su comunidad le llegó apoyo alguno, todas las casas siguen con las huellas de la inundación: puertas en mal estado, muebles desgastados por el tiempo que permanecieron en el agua y el fuerte olor a humedad que no salido ni con cloro de las paredes y los pisos.
Y la recuperación ha sido lenta, debido a que la mayoría de los habitantes estuvo, y sigue, pagando muebles y aparatos eléctricos que perdieron durante las lluvias que dejó la tormenta tropical 19-E; es decir, aunque los perdieron con la inundación, las deudas en las empresas siguieron.
Ahora, a un año de la peor inundación vivida en esta comunidad, los vecinos, cuestionan a las autoridades estatales y federales sobre los apoyos prometidos, los cuales a la fecha, siguen sin llegar.
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