Sinaloa | Centro
Con tarjeta electrónica se busca tener “Escuelas Seguras”
Con este nuevo programa, el joven desliza su credencial en una lectora especial, y de manera automática el software envía tres mensajes de texto a tres diferentes números telefónicos, los cuales por lo general son los números de contacto de los padres o tutores
FOTO: Temática.
Culiacán, Sin.- El programa de Escuelas Seguras, que consiste en registrar el ingreso y la salida de estudiantes a través de una tarjeta magnética, se encuentra en fase de prueba en alrededor de 50 planteles escolares en todo el Estado, donde actualmente se cuenta con comités de vigilancia escolar, explicó Renato Ocampo Alcántar.
El Secretario Ejecutivo del Sistema Estatal de Seguridad Pública (SESESP), detalló que con este nuevo programa, el joven desliza su credencial en una lectora especial, y de manera automática el software envía tres mensajes de texto a tres diferentes números telefónicos, los cuales por lo general son los números de contacto de los padres o tutores, donde se les informa que el menor ingresó o salió del planten.
“Todos los problemas que hemos tenido, un gran porcentaje de problemas que se han tenido con los jovencitos y jovencitas es en el trayecto de su casa a la escuela, o porque no entran a la escuela, y de la escuela a su casa; entonces con esto lo que queremos darle es un proceso de participación conjunta, en donde los padres sepan cuando llegan sus hijos a la escuela y cuando salen, porque es importante saber pues el tiempo en el momento en que salen y que llegan a nuestros hogares”, explicó.
Ocampo Alcántar agregó que la prueba piloto de este programa concluirá al finalizar el ciclo escolar, y en función de los resultados se podría tomar la decisión de homologarlo en todos los planteles educativos.
Explicó que cada tarjeta tiene un costo de 150 pesos por alumno y cuenta con una vigencia de 3 años; asimismo, dijo que la adquisición de la misma no es obligatoria, ya que lo que se busca es que cada padre de familia tome la decisión de involucrarse de manera voluntaria en la seguridad de sus hijos.