Seguridad
María del Rosario, policía de Ahome que cuida a sus hijos y a los de otras madres
La policía jefe de la Policía Turística, asegura que en muchas ocasiones arriesgan su vida por gente que no conocen y que normalmente no valoran lo que hacen por ellos.
Los Mochis, Sin.- María del Rosario Delgado Peraza, es mujer, mamá y un agente preventivo quien día a día, sale de su casa con la única consigna de velar por la seguridad de gente que quizá jamás volverá a ver, pero que más allá de ser para ella una responsabilidad laboral, es un acto de fe, porque sabe que está cuidando a los hijos de otras madres.
Agradecida con las vida por las oportunidades que ha tenido, María del Rosario, a sus 38 años es la encargada de la Policía Turística de la Dirección de Seguridad Pública de Ahome, pero además debe dividir su tiempo para las labores del hogar, para estar con sus cuatro hijos: Alexa, Didier, Dereck y la pequeña Alondra.
Asegura que sus días es andar siempre de un lado a otro y con prisas, porque antes de ser policía es madre y debe cumplir con sus responsabilidades, atenderlos y cuídalos, aunque también reconoce que a base de confianza y comunicación con ellos, ha logrado llevar a su familia adelante, porque el tiempo que les brinda es poco pero de calidad. Pues su esposo también es agente preventivo y las guardias los obligan a estar mucho tiempo cuidando a la ciudadanía.
“A las carreras, a las prisas como siempre, en la mañana levantarme a la carrera, la niña más grande es la que me ayuda con los otros niños, ya sea con la comida o con el desayuno y las tareas ya que llegamos, en la tarde las empezamos y hasta la noche”.
Además, dice que ser madre y policía al mismo tiempo no es fácil, porque es cansado y complicado, ya que la mayoría de las veces la gente no valora el sacrificio que un policía hace, y en su caso, dejar a sus hijos solos para irse a patrullar ha sido una decisión difícil, pero se dice agradecida porque cuando decidió entrar a la corporación para servir y cuidar a la ciudadanía recibió el apoyo de su esposo, y el saber que a diario ayuda y cuida a la gente es muy satisfactorio.
“Es fuerte y muchas veces triste, porque dejas a tu familia por atender a otras personas que muchas veces ni atención te ponen, ni valoran tu trabajo, sin embargo, es satisfactorio cuando hay gente que realmente te agradece lo que haces y que sabe que cuenta con el apoyo de nosotros”.
María del Rosario, cuida a los hijos de otras madres, pues dice que al estar frente a la Policía
Turística, ha presenciado accidentes fuertes, dónde mira jóvenes en riesgo y se imagina que pidieran ser sus propios hijos, por lo que aplica todo su esfuerzo y conocimientos para ayudarlos, incluso salvarles la vida, como ya ha ocurrido en ocasiones.
“Me ha tocado ver accidentes fuertes, ver a un niño y dices puede ser mi hijo, puede ser mi esposo, puede ser mi hija o mi madre; ahí es donde uno llega y trata de hacer lo mejor que puedes y aplicar lo mejor que sabes ahí para dar el 100 con la atención”.
Este Día de las Madres en tiempo de coronavirus, fue un día distinto, porque aún cuando en la corporación le dan el día de descanso, este año no podrá visitar a su mamá, dónde la pasa junto a sus hijos. Y es que debido a que está contacto con la gente, en los rondines y en los filtros sanitarios, celebrará en casa, pues responsablemente sabe que podría llevar el virus a su mamá y por tal motivo, este año permanecerá en casa.
De este modo María del Rosario, pasará su día, porque dice que lo más importante para ella son sus hijos y por quienes se levanta cada día a trabajar y enfrentar la vida, por quienes son su razón de luchar por una sociedad mejor y para brindarles una mejor vida, pues aun que en ocasiones está en riesgo finalmente asegura que vale la pena.
“Me gana la emoción y el gusto por ser policía, esa satisfacción de que te digan gracias y que te miren con cara de sentimiento de gratitud nada la cambia, nada”, expresó María del Rosario.
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