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Mario Luna, un estandarte del beisbol amateur

Como pelotero resaltó que su carrera dentro del terreno de juego fue muy completa, ya que ganó títulos individuales, campeonatos en lo colectivo, pero también fracasos, donde incluso llegó a participar en alrededor de 12 finales de manera consecutiva, ya que si no era con su equipo, era como refuerzo.

Fabricio Urías
26/05/20

FOTO: Cortesía.
FOTO: Cortesía.

Culiacán, Sin.- Con más de 26 años jugando en los máximos circuitos amateur de Sinaloa, Mario Arturo Luna López se convirtió en un referente y estandarte del beisbol sinaloense, pues en cada novena que militaba era sinónimo de éxito.

Hoy refugiado en los circuitos de Veteranos y Segunda Fuerza recuerda que en su paso por las fuertes ligas de primera fuerza como Japac y las desaparecidas Cañera, Tomás Arroyo y recientemente la Nocturna, siempre figuró en los departamentos ofensivos, ya que era seguro ganar el título de cuadrangulares, el de bateo o incluso de carreras producidas, aceptando que su única triple corona de bateo se la llevó en la desaparecida Liga Cañera a mediados de los noventas.

"No recuerdo realmente cuantos (títulos) fueron porque si no ganaba el de cuadrangulares, ganaba el de bateo o si no el de producidas o me llevaba dos. Lo único que hice fue el último año que jugué Cañera ahí me llevé la Triple Corona jugando para las Águilas de la UAS", respondió.

Luna López, aseguro que hacerse de un nombre no fue  fácil ya que como novato en las desaparecidas instalaciones de Las Bombas tuvo que  enfrentarse a verdaderos monstruos de la pelota local y ya en El Barrio la base del éxito la fincó en los entrenamientos, donde hasta 5 horas diarias practicaba para lograr buenos resultados.

"Mi punto de vista fueron dos épocas una en Las Bombas y otra en El Barrio, qué es ahorita Japac. Mi nombre se basó en fuertes entrenamientos donde entrenaba cinco horas diarias con 'Chepe' Zazueta, de 3 de la tarde a 8 de la noche todos los días, ahí era puro correr, batear y todo lo que era un entrenamiento en forma. Duré cinco años entrenando a ese nivel y obviamente eso te tenía que dar un rendimiento para jugar buena pelota", recordó.

Como pelotero resaltó que su carrera dentro del terreno de juego fue muy completa, ya que ganó títulos individuales, campeonatos en lo colectivo, pero también fracasos, donde incluso llegó a participar en alrededor de 12 finales de manera consecutiva, ya que si no era con su equipo, era como refuerzo.

"Estuve jugando finales consecutivas cómo 10 o 12, si no era con mi equipo, era como refuerzo. También fui refuerzo de (José) Machado en JAPAC o Tomás Arroyo, jugué muchas finales incluso yo armé tipos y logra ser bicampeón", respondió.

Sobre el retiro, hace una pausa para pensar la pregunta y responde, que la edad no es el mejor aliado a pesar de que dn ocasiones eñ hambre y las ganas de jugar siguen ahí.  "La verdad sí es difícil, en ocasiones todavía quiero agarrar el bat y tomar un turno o incluso estando en el terreno de juego cachando o fildeando un elevado pero como siempre me distinguí como bateador a veces me gustaría tomar los turnos claves y apoyar a mi equipo para ganar. Pero ahora entiendo que la edad no perdona, porque me empezaban a fallar las piernas, ya el brazo no es la misma fuerza, es difícil mantenerse", explicó.

EL PROFESIONALISMO

Fue en 1993 cuando Tigres Capitalinos lo firman como receptor, pero jugando en sucursales tuvo una lesión en su brazo, específicamente en el manguito rotador que lo alejó del profesionalismo para regresarse a Culiacán donde se convertió en un referente y estandarte de la pelota local.

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