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Gloria se convirtió en la primera mujer piloto agrícola del país para sacar adelante a sus hijos

La culiacanense es una gran amante de las alturas y de su familia, quien logró fusionar su pasión y maternidad para ofrecerles una mejor condición de vida a sus cuatro hijos.

Jessi Jáuregui
10/05/21

Gloria se convirtió en la primera mujer piloto agrícola del país para sacar adelante a sus hijos

FOTO: Martín Ruiz.

Los Mochis, Sin.- Gloria Morales Heyer es madre, abuela y bisabuela sinaloense, quien encontró en su mayor pasión: las alturas, la oportunidad de sacar adelante a sus hijos Gustavo, Carlota, Marco y Claudia; convirtiéndose, en 1976, en la primera mujer piloto agrícola de México.

Ella es originaria de Culiacán, Sinaloa, pero tras contraer matrimonio con su primer esposo, el piloto Jesús Frías Fontes se fue a vivir a Sonora, donde juntos procrearon dos hijos; Sin embargo, en un accidente, su cónyuge sufrió una intoxicación con agroquímicos que, posteriormente, le ocasionó que desarrollara leucemia. La enfermedad fue tan abrasiva que en poco tiempo quedó viuda. 

En su afán de pagar todas las deudas que había adquirido durante la enfermedad de su esposo, estudió para piloto privado en la Escuela del Aire en Ciudad Obregón, donde, a pesar de sufrir rechazo por ser mujer, logró graduarse en 1974. 

Ante la noticia, el periódico La Tribuna del Yaqui acudió a su examen final y publicó una nota, nombrándola como la primera mujer del noroeste del país en ser piloto privado.

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“Fui la primera mujer, en ese tiempo, privado en Sonora, nada más, porque ya había comercial, inclusive aquí en México. Entonces, nada más fui la primer mujer en el noroeste, así salió. Pero, la primer piloto agrícola en toda la República Mexicana, eso sí ya fue en el ’76, porque no había mujeres piloto agrícolas”, expresó Gloria Morales, con orgullo a Luz Noticias.

A pesar de haber cruzado este primer obstáculo, se enfrentó a otros más: el encontrar quién confiara en ella para contratarla.

Pero, Rogelio Acosta Núñez, primo de su esposo fallecido, confió en ella y, en 1975, se trasladó junto a dos de sus hijos al Valle del Carrizo, donde se estableció para trabajar en los sobrevuelos de dispersión de agroquímicos a pesar de no contar con licencia de Aeronáutica Civil. 

“Yo me fui con mis dos hijos al Carrizo a un hotel, no me desvelaba, yo entraba a trabajar con las luces, me iba a fumigar. Cuando ellos llegaban todos desvelados, crudos y todo, yo llevaba ya como 100 hectáreas”.

-¿Usted fusionaba el ser madre con ser piloto, era difícil?

“Así es, muy difícil. Yo pedí permiso en el hotel, ahí me dejaban lavar la ropa en el lavadero, o sea ya era mi casa… mis hijos, por eso pedía los anticipos para los desayunos, comidas y cenas, ahí los hacíamos en el hotel. Y, ellos (los otros pilotos) con su vaticinio: se va a matar, a la primera temporada se va a matar. Y  mi característica fue que yo pasaba por debajo de los cables de alta tensión”, detalló Gloria.

Aunque no encontró problemas con los productores, sí con los pilotos hombres, quienes le bloquearon la pista con vehículos en varias ocasiones para que no trabajara e, incluso, la denunciaron ante Aeronáutica Civil en la Ciudad de México con la finalidad de que dejara de volar.

Pero no contaron con que la denuncia lejos de perjudicarla la beneficiaría, pues, los inspectores la sorprendieron en flagrancia sobrevolando sobre el Valle del Carrizo, le hicieron una multa de 5 mil viejos pesos y, también, le otorgaron su licencia de piloto agrícola, con el número: 681, convirtiéndose así en la primera mexicana en obtenerla en 1976.

A los años, Gloria volvió a contraer nupcias con otro piloto, Rubén Carrasco Landín, con quien tuvo otros dos hijos y se estableció en la labor del pilotaje agrícola en Vícam, Sonora. Sin embargo, en 1985, en un vuelo él sufrió un accidente y pereció, quedando de nuevo viuda, pero ahora con 4 hijos.

Aunque el pilotaje agrícola era redituable y podría haber sacado delante de una manera más holgada a sus hijos, por insistencia de su familia, “se cortó las alas”: dejó de volar por el temor de sufrir un accidente y dejarlos huérfanos.

Sin embargo, Gustavo, Carlota, Marcos y Claudia crecieron sumamente orgullosos de todo lo que logró su madre junto a ellos, porque siempre estuvieron a su lado en cada uno de sus trabajos y esfuerzos y por eso la describen como “una guerrera”.

Ahora, la señora Gloria Morales Heyer es abuela de 12 nietos y recién se acaba de estrenar como bisabuela de una pequeña niña, por lo que a través de Luz Noticias, este Día de las Madres envía un mensaje a todas las mujeres que se sienten angustiadas porque no saben cómo sacar adelante a sus familias: 

“Luchen todo el tiempo. Otra cosa, no se mortifiquen mucho porque, por ejemplo, cuando yo sentía que me cobraban y me cobraban y las deudas me estaban agobiando, no dormía; pensaba, cómo le voy a hacer, qué voy a hacer, por aquí, voy a ir allá, voy a hacer esto… y resulta que no, al día siguiente… como que Dios te va abriendo las puertas y te va guiando, así lo entendí, te va guiando y salen las cosas porque salen”, expresó muy emocionada.

Por último, exhortó a todas las mamás a sentirse todos los días orgullosas de ser madres, de tener el valor para sacar adelante a sus hijos y, subrayó que el mejor regalo que se puede tener este día es el amor y reconocimiento de todos sus seres queridos.


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