Sujeto que robo $3 mil de tienda podría pasar 3 años en prisión

Un mochitense podría pasar alrededor de tres años en la cárcel, de ser encontrado culpable del delito que se le imputa, luego de que un Juez lo vinculó a proceso y lo dejó en prisión preventiva oficiosa, tras encontrarle pruebas en su contra por el robo en una tienda del Centro de Los Mochis.

Se trata de Aristeo S., quien deberá permanecer en prisión preventiva oficiosa en tanto se resuelva su situación jurídica, según la causa penal 120/2022. Además dictó un plazo de un mes para cierre de investigación.

La Fiscalía de Sinaloa informó que la carpeta de investigación se inició el 13 de octubre de 2021 cuando el hoy imputado ingresó a una tienda de conveniencia de una cadena comercial, donde al estar frente a la caja, sacó una navaja y amenazó a la empleada, al mismo tiempo qué le exigió el dinero de las ventas que estaba en las cajas registradoras.

Una vez que la trabajadora le dio la cantidad 3 mil 320 pesos en efectivo, por temor a ser agredida con el arma blanca  Aristeo S., abandonó el lugar, y salió con rumbo desconocido. 

Por este delito, se presentó denuncia ante la Agencia del Ministerio Público Especializado en Robo a Comercio, robo a Casa habitación, y Robo Bancario, zona norte, donde los investigadores realizaron las indagatorias necesarias y judicializaron la carpeta, además el MP solicitó orden de aprehensión contra Aristeo S., a quien después le formuló imputación en Audiencia Inicial y el Juez vinculó a proceso en Continuación de Audiencia.

Cabe mencionar que el pasado mes de enero del 2022, un mochitense fue sentenciado a pasar 2 años 10 meses en prisión, por el delito de robo agravado en local comercial abierto al público y cometido con violencia contra las personas mediante uso de arma que pudiera intimidar a la víctima y causar lesiones dolosas; sentencia que se dio por la vía del procedimiento abreviado.

Así, también el Juez de Control de la zona norte, determinó el pago de 100 días de multa y mil 711 pesos como reparación del daño (fue la cantidad que robó); y la obligación de acudir a cursos de no repetición sobre el respeto del patrimonio y la integridad física de las personas como medida de satisfacción pública.

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