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Displacia Cleidocraneal, el padecimiento de Gaten Matarazzo
> El actor Gaten Matarazzo padece una enfermedad que sufren una en un millón de personas.
FOTO: Cortesía.
Una persona en un millón suelen sufrir la rarísima enfermedad conocida como displacia cleidocraneal.
Esta enfermedad se caracteriza por diferentes anomalías que afectan el desarrollo de los huesos, especialmente el hueso del cráneo y las clavículas y está fuertemente asociada a alteraciones en la formación de los dientes.
Entre las personas que sufren este padecimiento, destaca el conocido actor Gaten Matarazzo, popularizado por su participación en la serie de ficción de Netflix «Stranger Things».
Matarazzo interpreta a «Dustin» en «Stranger Things» y se convirtió rápidamente en uno de los personajes más memorables de la serie, pues inició a encarnar este papel desde los 14 años y, precisamente hoy, cumple 20 años de edad.
Esta enfermedad no tiene cura y es considerada como un padecimiento bastante raro.
La rara enfermedad de Gaten Matarazzo
El actor ha hablado abiertamente sobre su enfermedad en varias ocasiones e incluso no ha tenido reparo en dar a conocer en sus redes sociales cuando ha tenido que someterse a una operación.
Y es que el joven histrión se ha sometido al menos en 4 ocasiones a cirugías relacionadas con su padecimiento. Y, aunque no es un caso severo el que padece, esta postura abierta para hablar sobre la enfermedad le hizo ganarse la simpatía de gran parte de los fanáticos de «Stranger Things».
¿Qué ocasiona la displacia cleidocraneal?
La displasia cleidocraneal es una enfermedad hereditaria y, según expertos, esta se produce debido a la presencia de un gen anormal en el organismo.
Solamente basta con se herede este gen por parte de uno de los padres para que se desarrolle.
La persona que padece displacia cleidocraneal, adquiere esta enfermedad desde antes del nacimiento, por lo que se considera una afección congénita y puede afectar de igual manera tanto a niños como a niñas.
Entre los rasgos más característicos de esta enfermedad, la persona que lo padece tiende a tener una frente y una mandíbula más prominentes de lo normal y el puente nasal ancho.
Además, la zona de la clavícula suele no contar con presencia de huesos, o bien que los mismos tengan un desarrollo anormal.
En cuanto a los dientes, es común que los «dientes de leche» no se caigan cuando deben, mientras que los dientes permanentes suelen tardar más en desarrollarse y, por lo general, suelen crecer torcidos.
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