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¿Cómo es la vida de un reo dentro de un Centro Penitenciario de Sinaloa?
En esta ocasión, nos centramos en la Penitenciaría de Aguaruto, ubicada en Culiacán, Sinaloa.
FOTO: Brandon Sainz.
La vida de una persona privada de la libertad o reo, cómo coloquialmente le llaman, es una vida que sigue teniendo derechos.
Son personas que, a pesar de haber cometido un delito, tienen derecho a una vida digna, lo cual incluye el acceso a agua para beber, hacer tareas de higiene personal y a tener contacto físico con el exterior.
Además de ser atendido por servicios médicos especializados, a ser defendidos por abogados, a recibir capacitaciones profesionales o a ejercer una actividad laboral dentro de la prisión.
Pareciera sencillo decir que ser reo no es tan complicado cómo parece; sin embargo, a pesar de los derechos que se siguen respetando una vez que cometió el delito, no les va también.
La comida
- Por lo regular siempre es fría y en cantidades menores, a veces con alimentos desde hace días o a veces frescos, dependiendo de la suerte.
- Ni que hablar de filetes o cortes de carnes finas, por lo regular es frijol; aunque es un alimento delicioso dentro y fuera de las celdas, en ocasiones se encuentra echado a perder.
La interacción dentro del reclusorio
- A algunos les va bien, a otros no tanto, dependiendo por qué estás dentro, si eres nuevo o si conoces gente dentro de la penitenciaria, por ahí dicen que hay novatadas. Procura llevarte bien con todos, es mejor no buscar problemas.
La visita de familiares
- Para empezar, la persona que quiera visitarte deberá contar con un permiso especial, solicitado con anterioridad, con base al centro penitenciario de Aguaruto en la capital.
- El periodo para solicitarlo es de preferencia una semana antes.
- No podrás ingresar con aparatos electrónicos, tu celular se recogerá en la entrada con tu identificación oficial y una vez culminada la cita, se te regresará.
- Puedes ingresar alimentos o ropa que desees aportarle al recluso; sin embargo, tendrás que pasar por un filtro de revisión, para evitar que las personas de fuera ingresen objetos o sustancias ilícitas.
Las conclusiones anteriores son con base a una persona con tiempo de experiencia siendo Persona Privada de la Libertad (PPL), pero ojo, el ambiente siempre varía.
Estadísticas
- Hay una estadística interesante, y es que la población penitenciaria se divide en un 95% de hombres y un 5% de mujeres.
Por otro lado, el penal de Aguaruto ha sido catalogado como un centro penitenciario corrupto, pues se han dado a conocer fugas casi de película, tráfico de influencias, muertes sospechosas, tráfico de drogas y, prácticamente, autogobierno al interior.
Es el mismo penal en el que en los últimos 20 años se han fugado alrededor de 115 internos y se han registrado casi el mismo número de muertes.
El último hecho y más sonado, fue el 17 de octubre del 2019, durante el llamado «Jueves Negro» o «Culiacanazo»; 47 internos salieron por la puerta del penal de Aguaruto.
Se dijo que los liberados se unieron al enfrentamiento que se registraba esa tarde tras la detención Ovidio Guzmán López, luego de ser aprehendido por las Fuerzas de Seguridad del Ejército.
Hay muchos mitos alrededor de este tema, infinidad de opiniones divididas, situaciones muy distintas, faltan muchas cosas por aclarar en esta corta redacción; sin embargo, el objetivo principal de esta nota, es dar un mensaje para el lector, de que su vida plena se encuentra fuera de las celdas.
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