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Sodelva Ríos cumple 30 años cómo vestuarista de la realeza del Carnaval
Su nombre está ligado a la máxima fiesta porteña y, pese a su amplia y exitosa trayectoria, aún no piensa en el retiro.
FOTO: Martín Ruiz.
Su nombres María Sodelva Ríos Serrano y, desde hace 30 años, es vestuarista del Carnaval Internacional de Mazatlán, por lo que es una de las personas activas con mayor renombre en las máximas fiestas del puerto.
Hablar de ella es hablar de elegancia, de estilo y de ingenio, y aunque tiene una larga trayectoria de éxitos que la respalda, cada que es invitada al Carnaval se emociona como la primera vez.
«Pues significa Alegría porque cada año que me convidan es muy bonito para mi que reconozcan que en el taller de aquí se pueden confeccionar los vestidos, muy artesanales porque todo está bordado a mano y hecho con mucho cariño y esperamos que nos sigan invitando a trabajar aquí en cultura».
-¿Cuántos años ya, Sodelva?
«Con este año son 30 años, 30 años haciendo los vestidos de Reina del Carnaval y de los Juegos Florales», confesó.
En esta época contemporánea hay diseñadores de solamente 22 años de edad que ya sobresalen entre los mejores del ámbito, y aunque las nuevas generaciones confirman que vienen llenas de talento, ellos no los ve como competencia, sino como una forma de seguir aprendiendo.
«No es competencia, los muchachos tienen que que venir nuevas generaciones, no somos eternos como para decir aquí estamos y vamos a seguir por siempre, sabemos que vienen nuevas generaciones empujando», destacó.
Un Carnaval con 125 años de tradición
Un consejo que Sodelva siempre comparte con los interesados del Carnaval es no venir a destruir 125 años de tradición, sino apegarse a la fiesta y en base a ella trabajar.
-¿Es una tradición que se respeta?
«Se tiene que respetar, si hay algo que a Mazatlán lo ha caracterizado es que sus reinas van muy elegantes, pero no van desnudas. Eso siempre cuida Cultura, eso siempre lo ha caracterizado», explicó.
La vestuarista tiene un gran equipo encabezado por ella y 10 personas más que están junto a ella bordando codo a codo cada lentejuela, sin descansar día a día con jornadas de hasta 16 horas, en donde nadie se raja.
Y aunque ya tiene 3 décadas metida de lleno en el Carnaval, el retiro no es algo que vea a corto plazo.
«Mientas me conviden de cultura, mientras Dios me regale salud voy a seguir trabajando esto si Dios quiere», puntualizó.
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