Ser tóxico no es un «meme»; es normalizar la violencia de pareja

Ser la «tóxica o tóxico» en una relación no es la «moda», a pesar de que en las redes sociales se han encargado de hacer chiste sobre las discusiones en pareja, en muchas ocasiones son claros signos de violencia.

Las bromas hirientes, ignorar, aplicar la «ley del hielo» y los chantajes son de las principales señales que debes de tener en cuenta para detectar si estás en una relación violenta.

Sin necesidad de que haya golpes de por medio, a veces con actitudes y comentarios comienzan los círculos de violencia, compartió la Secretaria de las Mujeres, María Teresa Guerra Ochoa.

«Si lo tomas a broma, le estás restando importancia, a veces con esa expresión se esconde una agresividad. Las agresiones en pareja no deben de subestimarse», indicó.

Apegada a los casos que le llegan a la Secretaría de las Mujeres, mencionó que los delitos por violencia familiar y los feminicidios, en su mayoría, derivan de una relación sentimental.

Estas son algunas de las señales de alerta

Control

La pareja invade la autonomía de la otra persona, no respeta sus decisiones, sus libertades y se vuelve invasora y controladora.
Esta señal puede ir escalando, primero puede manifestarse de manera verbal, pero puede avanzar a la agresión física, psicológica e, incluso, en parejas que viven juntas, podría manifestarse con violencia patrimonial: cuando uno de los dos depende económicamente del otro, el agresor le anula la entrega de recursos como castigo.

Invasión de la personalidad

Controlar la forma en la que vistes y cómo te comportas y con quién te relacionas, estas son decisiones personales que ninguna persona puede tomar partido.

Celos

Es un mito creer que «si te cela es porque te quiere», si te agreden y después se disculpan o tratan de compensar el maltrato, es violencia.

Recomendaciones

La titular de la Secretaría de las Mujeres aclaró que en estas conductas también existen mujeres que lo aplican hacia los hombres, en cualquiera de los casos es fundamental que si detectan una de estas actitudes, platiquen con la pareja, establezcan límites e, incluso, decidan ir a terapia.

En ese sentido, y de considerar que la relación ya escaló y se está en riesgo, el paso a seguir es terminarla y si es necesario interponer una denuncia ante las autoridades.