Internacional
Día Mundial contra el Trabajo Infantil: 4 estrategias para erradicarlo
Alrededor del mundo, millones de niños trabajan forzosamente contra su voluntad.
Alrededor de 160 millones de niños trabajan en todo el mundo. FOTO: Internet
Los niños deben de ir a la escuela, no ponerse a trabajar, un claro y contundente mensaje al que desafortunadamente se hace caso omiso en muchas partes del mundo. Tal es la explotación infantil a lo largo y ancho del planeta, que alrededor de 160 millones de niños trabajan contra su voluntad.
Dicho trabajo forzado los hiere física, mental y socialmente, teniendo que dejar los estudios para empezar a contribuir con la economía familiar la cual suele ser bastante defectuosa y deficiente.
Con la intención de erradicar esa conducta por completo, se creó el Día Mundial contra el Trabajo Infantil, el cual se conmemora cada 12 de junio. Te mostramos 4 puntos clave los cuales, pese a ser difíciles de conseguir, pueden erradicar por completo la explotación infantil.
Reducción drástica de la pobreza
Si los niños trabajan suele ser en la mayoría de los casos debido a la escasa economía con la que cuenta su familia. Si bien erradicar la pobreza es aún más difícil que terminar con la explotación infantil, indudablemente hacerlo solucionaría el problema.
Acceso a una educación de calidad y pertinente
No por nada el mayor índice de niños que trabajan se encuentra en los países más pobres y con la educación más deficiente. El no tener buenas escuelas o buenos profesores también orilla a los niños a abandonarlas para dedicarse a trabajar desde una edad temprana.
Dar empleo de calidad a los adultos responsables de los niños y de la niñas
Es como una cadena, si los padres tienen buenos empleos no serán pobres y si no son pobres no se verán en la «necesidad» de poner a sus hijos a trabajar, aunque igualmente es un tema muy difícil de resolver.
Acabar con las normas sociales que legitiman el trabajo infantil
Aunque no lo creas, hay países en los que no está mal visto poner a los menores de edad a trabajar, o por lo menos ni la gente ni las autoridades hacen nada para prohibirlo.