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«Nos pasaron por encima; me dijeron que me iban a arrojar al mar», menor herido por marinos en Las Lajitas
Los ribereños aseguran que se trató de un homicidio, que fue una embestida con todo el dolo para quitarles la vida.
El menor mostró las heridas con las que resultó. FOTO: Ernesto Torres.
Fue un homicidio, eso no fue un accidente, asegura el padre de Natanael Álvarez Cota, el joven pescador de 22 años del campo pesquero Las Lajitas, Higuera de Zaragoza, que murió este miércoles tras la embestida violenta de una interceptora de la Secretaría de Marina a la panga en la que regresaban de pescar.
Fue alrededor de las 05:00 horas cuando los tres pescadores, Natanael Álvarez, Martín Gaxiola, de 50 años y quien llevaba la panga, y el sobrino de este de 15 años de nombre Gabriel Eduardo S, salieron en busca de camarón a una zona entre El Jitzámuri, en Ahome, y Agiabampo, en Sonora.
El menor de los pescadores, quien sobrevivió al hecho presuntamente violento, narra cómo ya estaban en la boca de la bahía, muy cerca de Las Lajitas, cuando observaron la unidad «piraña», como le llaman a la interceptora de la Secretaría de Marina.
En ella, según dice, viajaban dos elementos de Marina de la Octava Zona Naval de Topolobampo, y cuatro civiles de la Comisión Nacional de Acuacultura y Pesca (Conapesca), entre ellos el supervisor, a quien ubican perfectamente.
Gabriel Eduardo cuenta que ya se habían detenido y fueron embestidos; incluso, la panga se quebró y les pasaron por encima.
En la acción, el motor le cortó parte de la cabeza a su amigo pescador, y él y su tío Martín lograron agacharse, pero el casco de la interceptora le dejó severas lesiones en casi toda la espalda.
«Es un homicidio, no tiene nada que ver ningún accidente», dijo el padre de Natanael, quien se limitó a hablar solo eso.
Les pasó la lancha por encima
«Nosotros veníamos y la panga venía atrás de nosotros y ya nos habíamos parado, y esa panga nos pasó por encima. El muchacho (Natanael) venía también ahí y le hizo giras la cabeza, toda la cabeza, bien "sarra". Ya veníamos para acá entrando en la pura boca, veníamos cuando nos pasó por encima bien "sarra" la panga», narró Gabriel.
Además, el menor contó que luego de que se lo llevaron lo arrojaron al agua, de donde momentos más tarde fue rescatado por los mismos pescadores, que ya se encontraban cerca.
«Sí, me llevaron en la piraña y me tiraron ahí en el agua. Eran dos marinos y de esos de Conapesca; los vatos se paniquearon y se llevaron la panga para allá, como para tirarnos», explicó Gabriel.
Intentan retirarse con la panga
De lo anterior, otros ribereños documentaron el momento, en donde se observa que los efectivos de la Semar y de Conapesca tratan de retirarse después del hecho, pero se llevan consigo jalando la panga volteada. en ella arrastran el cuerpo del pescador y al menor lo llevan esposado en la interceptora.
Momentos más tarde arrojaron a Gabriel al mar; mientras que Martín se había perdido en las aguas tras volcar la unidad. Afortunadamente fue recuperado con vida por sus propios compañeros; solo presentó lesiones.
Debido a cómo ocurrieron los hechos, aseguran que no se trató de un choque accidental, sino que fueron embestidos con dolo, así como lo señala la tía de la víctima.
«Los embistieron completamente, no fue un choque hijo, esto es lo que queremos que no quede impune, porque no fue un choque como lo hacen ver; esa fue embestida completamente con toda la alevosía y la ventaja de hacerles daño, quizá de matarlos a todos, verdad, pero por la gracia de Dios estos niños la están contando. No hay opción, porque aquí la bahía no es suficiente, no hay producto adentro, está muy pequeña, es un estero, no es una bahía y salieron (a altamar) por la necesidad a buscar el pan, aquí el que trabaja, lo hace porque tiene que traer el sustento», señaló.
Tras lo sucedido, el coraje de los pescadores aumentaba ya que no arribaban las autoridades para realizar las diligencias mientras el cuerpo se asoleaba a la intemperie en la panga; el hecho ocurrió a las 11:15 horas de hoy, pero fue hasta las 16:25 horas cuando arribaron las autoridades.
Solo permanecía personal de Protección Civil de Ahome y elementos de la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana, quienes sostuvieron diálogo con los pescadores en tanto acudían elementos de la Policía de Investigación y de Servicios Periciales de la Fiscalía General de Sinaloa y el personal de la Fiscalía General de la República, debido a que se involucran posibles delitos del fuero federal de los que el Ministerio Público tomó nota para iniciar carpeta.
Y ahí los reclamos no se hicieron esperar, sobre todo porque el joven que murió salió a buscar el sustento para su casa, pues de él dependía su madre.
«Justicia no hacen, y de esto vivimos nosotros… queremos a esos marinos, que ellos sufran lo que estamos sufriendo nosotros… El "pesca" que venía, aquí se lleva en este campo, aquí se lleva buscando qué comer… no puede ser justo que una persona por ir a buscar el pan lo hayan matado; porque lo mataron, lo asesinaron a esa criatura que nomás trabajaba para su mamá que estaba enferma y dependía solo de él, del pobre plebe».
Luego, ordenaron que el cuerpo fuera llevado a una funeraria de Higuera de Zaragoza, lo que provocó el descontento de los pescadores. Comenzaron a gritar consignas a los funcionarios y a exigir justicia, pues señalan que son víctimas de amenazas, abusos y extorsiones por parte de la Marina y Conapesca, pero que lo de hoy fue excesivo.
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