Sinaloa | Norte
Sin agua, sin luz, incomunicados y con una comida al día, así pasan los días pescadores de El Colorado
Apenas hubo acceso a la comunidad, pero siguen sin servicios de luz y agua potable; los alimentos escasearon y en las tiendas les doblaron el precio.
FOTO: Ernesto Torres.
La tormenta tropical Norma dejó severos daños en Ahome, pero a quienes más golpeó fue a las familias que viven en ejidos y campos pesqueros alejados de la ciudad, en donde hasta este jueves, más de cuatro días después, aún permanecen sin luz, sin agua e incomunicados.
Ahí, los que más tienen sufren menos, pero los de abajo, ellos pasan los días con una sola comida.
El campo pesquero El Colorado está ubicado a poco más de 50 kilómetros de Los Mochis; como muchos otros, siente los estragos de la tormenta, en donde pobladores apenas este día recibieron ayuda. No solo estaban incomunicados vía telefónica, sino que el acceso a la comunidad estaba inundado.
Sin alimento
Arisbeth Martínez narró a luz noticias la desesperación que sienten porque se quedaron sin alimentos; con la voz entrecortada recordó con tristeza el hambre que vivieron los cuatro días posteriores a la tormenta.
Incluso, una mujer que padece cáncer y quien está en proceso de quimioterapias, no pudo salir del campo pesquero para recibir su tratamiento; tampoco tenían agua limpia para lavarse la herida de la cirugía en el pecho, una situación, según narra, «muy triste y desesperante».
-Muy triste la situación, porque los que tenemos enfermos; estamos sin agua y sin luz, y a veces que sin alimento, ¿se imagina?
-¿Ya escaseó el alimento, ya no había en las tiendas?
-Sí, ya no había ni harina, ni masa; yo tuve que salir a Los Mochis por un caso especial y de allá yo traje tortillas para mi familia y para unas cuantas personas más. Está muy fea la cosa aquí, la verdad, muy triste.
Señalan que ya de por sí la zafra del camarón era mala, y con esta situación no solo se les echó a perder el producto del mar que ya tenían refrigerado, sino que no pueden salir a marea por el riesgo que el mal tiempo implica, y porque, además, sin luz no tendrían en dónde guardarlo, aunado a que no tienen con qué comprar combustible para las pangas.
Aumentaron los precios del alimento
Estrella, una joven madre de tres hijos, señala que además de escasear los alimentos, los abarrotes se aprovecharon de que no había salida del campo y elevaron los precios, como el de las tortillas y huevos, productos básicos en su alimentación.
Pues aunque tenían camarón guardado para las festividades de Día de Muertos, una parte se lo comieron y el resto se les echó a perder por la falta de refrigeradores.
Dice que sus hijos no sufrieron tanto, porque conforme pasaban los días se les terminaba el agua y la comida, pero ella se «apretó el cinturón» y, como todas las madres, primero comían sus hijos, y si quedaba, entonces ella se alimentaba, de lo contrario se esperaba para después, quizá más tarde o al siguiente día. Mientras tanto, recorría la comunidad con sus amistades buscando comida para sus hijos.
-Estamos incomunicados, de hecho; la verdad es que es mucho el desastre que causó este huracán, y aparte de que nos quedamos sin alimento, muchas personas elevaron los precios.
-¿Les están dando más caro, elevaron los precios?
-Sí, o sea, por ejemplo en algunas tiendas, en otros abarrotes estaban dando más caro todo, las tortillas y otras cosas, que eso es lo más básico, y se nos echó a perder muchas cosas, el producto de camarón y todo eso que tenemos para Día de Muertos, pues se echó a perder.
Aunado a que los tenderos «hicieron su agosto», por falta de agua no podrían ni preparar una sopa, por lo que muchas familias se la han pasado «con las tripas contra el espinazo», como describe la situación de la gente de El Colorado, don Wenceslao Jocobi Jocobi, un anciano que en ocasiones saca ostiones para venderlos.
Sobreviviendo con una comida al día
O como el caso de doña Leocadia Pava Espinoza, una mujer indígena de la tercera edad, quien asegura que estos días la han pasado con una comida al día por falta de agua y de alimentos. Quien además dijo que pensó que las habían olvidado, porque no habían tenido auxilio.
-No había habido auxilio hasta ahora (jueves).
-¿Y todo mundo está igual, verdad, no había habido auxilio?
-Pues de dónde, estamos incomunicados, se rompió el puentecito donde pasaban los carros, y pues sin agua, sin luz, y a veces que sin comida porque de dónde, porque si no hay trabajo pues no hay comida.
-¿Cuántas comidas estuvieron dando el día?
-Pues a veces dos, a veces una. Más por falta del agua, porque pues sí había sopa y había arroz, pues lo podíamos comer, pero así cómo, cómo lo cocemos si no hay agua.
-Así que con una comida pasaban el día?
-Así es.
No es parejo para todos
Pese a que todos la están pasando mal, saben que la situación no es pareja y que algunos que «tienen la manera» no sufrieron hambre porque no son como el resto, que diario compran sus alimentos con el dinero que les pagan del camarón que sacan; familias de pescadores que viven al día y que nunca les alcanza para llenar una alacena.
Y es que este jueves acudieron las autoridades para llevar agua para aseo personal, para beber y cocinar, pero se quedaron esperando las despensas, pues aseguran que con una por familia les ayudaría bastante por el momento que atraviesan.
También con la promesa de que en las próximas horas podrían tener energía eléctrica y agua para poder regresar a sus actividades normales, a batallar y a buscarle a la vida en el mar para poder alimentarse.
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