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Más de 40 «Lupitas» se visten de blanco y realizan recorrido en honor a «La Novia de Culiacán»
Lupita no pudo casarse y ahora mujeres recorren la capital en pena.
Esta ya es una marcha tradicional en la capital sinaloense. FOTO: Luz Noticias
Vestidas de blanco y al son de la banda sinaloense, más de 40 mujeres se visten de «Lupitas» en honor a «La Novia de Culiacán».
El recorrido es una manera de recordar a Guadalupe Leyva Flores, una mujer que se volvió leyenda por caminar durante 30 años por las calles de Culiacán buscando paz y justicia usando un atuendo de novia con el deseo de recuperar la cultura de paz en una ciudad castigada y estigmatizada.
La representante de La Novia de Culiacán, María Romero, expresó que desde hace 28 años cada 22 de diciembre se recorre el mismo camino que hizo en vida Lupita, la Novia de Culiacán.
«Era una muchacha de 20 años que se iba casar y no llegó a casarse era muy bonita, ya que no pudo, ella quiso seguir vestida de novia, ella es una paloma en pena, ahorita somos como 40 mujeres las que haremos el recorrido», expresó María Romero.
La verdadera historia
La verdadera historia de Lupita, «La Novia de Culiacán», ni era novia, ni era de Culiacán, ni le mataron a su novio en catedral. Resulta que su tristeza fue lamento y búsqueda de justicia porque su vida se llenó de eventos desafortunados de un día para otro.
Ella tenía un novio llamado Manuel con quien se juntó Y tuvo 4 hijos: 3 varones y una niña, ella soñaba con casarse de blanco, pero por circunstancias de la vida en 1944 su hija murió y al poco tiempo pierde la vida su pareja y se queda viuda.
Lupita no podía más, lo único que le quedaba eran unas tierras y monedas de plata que le habían heredado sus padres. Una desgracia más en su vida ocurrió cuando se presentó para ofrecer una inversión bancaria de sus tierras y monedas a un grupo de banqueros, pero la estafaron, ya que todo fue un fraude para despojarle de su dinero.
La historia de Lupita vestida de blanco nace en el año de 1956, su tesoro robado, la muerte de su hija y de su esposo, la orillan a tomar una decisión. ¡Buscar justicia!
Su vestimenta fue escogida por ella, no era propiamente un vestido de novia, más bien era un hábito blanco, el cual adoptó como manda, comprometiéndose a vestir ese hábito hasta ver justicia en su caso.
Guadalupe Leyva Flores nació en Bamoyoa, Ahome, cerca de San Lorenzo Viejo (antes llamado San Lorenzo de Bajonea) Higuera de Zaragoza, Sinaloa, el 3 de Julio de 1900.
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