Sinaloa | Sur
Lizbeth y Marcos no estaban desaparecidos en Mazatlán, tenían el teléfono apagado
Durante cuatro días, su ausencia alertó a las autoridades sobre una posible desaparición.
El caso se hizo viral en redes sociales. FOTO: Cortesía
La desaparición momentánea de Lizbeth Carolina García Aguilar y Marcos Alberto Rodríguez García, la pareja originaria de Monterrey, en la ciudad de Mazatlán, causó revuelo en redes sociales durante días.
Afortunadamente, la mañana de este jueves se hizo oficial que ambos fueron localizados sanos y salvos en su domicilio en Monterrey, pero que no estuvieron incomunicados porque les hubiera pasado algo, sino solamente porque no tenían batería en sus celulares.
El hecho
A inicio de esta semana, las familias de ambos jóvenes reportaron la desaparición luego de perder contacto con ellos desde el pasado domingo, al regresar de un viaje al destino turístico sinaloense.
La hermana de la joven que fue reportada como desaparecida, había mencionado en sus redes sociales que la pareja originaria de Monterrey se fue de viaje con un grupo de amigos a Mazatlán; sin embargo, desde las 05:00 horas del sábado 24 de febrero perdieron contacto con ella.
Aunque refieren que Marcos Alberto se comunicó con la familia de Lizbeth el domingo por mensaje, solo se limitó a decirles que se encontraban de camino a Nuevo León y «estaban bien», además que ya no tenía batería en su teléfono celular, por lo que después perdieron contacto con ellos.
Incluso desde el día de ayer la Fiscalía General de Sinaloa había recibido una solicitud para coordinar trabajos con las autoridades de Nuevo León para localizar a los jóvenes que finalmente fueron localizados «sanos y salvos» en la casa de uno de ellos.
Dudas
Si bien afortunadamente ambos ciudadanos resultaron estar sanos y salvos, varias personas se quedaron dubitativas, pues les resulta extraño que alguien permanezca 5 días completamente incomunicado por gusto, más si el motivo solo es que no tienes batería en tu celular.
Las personas llegaron a pensar que podían haber sufrido algún tipo de accidente o incluso un secuestro, pero al final todo terminó en un susto.
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