Sinaloa | Norte
Por sequía, pobladores de El Mahone, El Fuerte, acarrean agua del río en garrafones
Pese a que la comunidad está pegada a la presa Miguel Hidalgo, los pobladores, en su mayoría pescadores, ya sufren los estragos del estiaje.
FOTO: Ernesto Torres.
En la comunidad de El Mahone, El Fuerte, la sequía se convirtió en un desafío constante para los pobladores, quienes dependen del agua tanto para su subsistencia como para su trabajo en la pesca, pues a pesar de estar ubicados cerca de la presa Miguel Hidalgo, la falta de agua en las tuberías ha llevado a una situación crítica, donde los habitantes se ven obligados a buscar soluciones creativas para obtener el vital líquido.
Francisca Adriano Torres, una mujer pescadora que vive en condiciones de extrema pobreza junto a sus cuatro hijos, relata la difícil realidad que enfrenta su familia. Con ingresos limitados y la escasez de agua que afecta su día a día, cada comida se convierte en un desafío para cubrir las necesidades básicas.
La pesca, su principal fuente de sustento, se ve comprometida por la falta de agua y los bajos precios en la cooperativa local donde entregan la pesca, porque tampoco pueden llevarla a otro sitio por la distancia.
Ante la ausencia de agua en sus hogares, los habitantes de El Mahone se ven obligados a recurrir a medidas desesperadas, como acarrear agua en garrafas o galones desde el río en motocicletas o solicitar ayuda a vecinos que cuentan con suministro.
A pesar de estar cerca de la presa, la falta de fuerza en la bomba impide que el agua llegue a las viviendas, lo que agrava la situación de vulnerabilidad en la que se encuentran.
Trabajan en solidaridad
En medio de esta crisis, Francisca Adriano Torres destaca la importancia de la solidaridad comunitaria, pues cuando se les termina en horas de la noche van a la bomba de la CFE o recurren a vecinos para obtener agua y asegurar su supervivencia.
Narra que la lucha diaria por el agua se suma a los desafíos económicos y sociales que enfrentan como pescadores de El Mahone, quienes buscan soluciones a una situación que amenaza su forma de vida y su bienestar, y es que tampoco cuenta con algún tipo de apoyo.
La historia de Francisca Adriano Torres y su comunidad refleja la dura realidad de aquellos que luchan contra la sequía y la escasez de agua, principalmente en municipios del norte, quienes enfrentan obstáculos que ponen en riesgo su sustento y su calidad de vida ya que muchos de ellos son pescadores o ganaderos.
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