México
«Nachito»: en dónde y cuándo ocurrió esta terrorífica historia de ultratumba
Según la leyenda, el niño le tenía tanto miedo a la oscuridad que hasta en el más allá se lo hizo saber a sus padres
Es bien sabido que las historias de panteones siempre son terroríficas y para asustarte, pero la leyenda de Nachito es muy particular convirtiéndose en una historia de ultratumba que hará a más de uno sentir escalofríos y aquí te la contamos, te decimos donde y cuando paso.
La historia de terror de Nachito empezó un 24 de mayo de 1882, que fue el día en que lamentablemente fue sepultado luego de haber fallecido, dejando a sus padres desconsolados.
De acuerdo a la leyenda, la cual es contada en el panteón de Belén, en la ciudad de Guadalajara, Jalisco, que es donde está sepultado, cuentan que el niño le tenía un miedo inexplicable a la oscuridad y a la noche.
Debido a este pavor que sentía Nachito, su habitación siempre estaba iluminada con velas y demás artilugios que pudiesen ser usados para que el cuarto fuera alumbrado.
Así pues, aunque existiera este miedo irracional a la oscuridad y a la noche, parecía que la vida del menor transcurría con normalidad, hasta la fatídica noche en la que falleció.
Según la leyenda, los padres de Nachito decidieron irse de fiesta una noche en la que el niño ya estaba dormido, eso sí, con sus velas alumbrando la habitación.
Sin embargo, lo fatídico llegaría cuando el viento entro por la ventana, apagando todas las velas y dejando a oscuras el cuarto.
Lo peor, fue que Nachito se despertó a medianoche y, en medio de la obscuridad, entro en pánico, lo que le causo un infarto culminante debido al miedo que sintió.
Miedo a la oscuridad después de la muerte
Luego del lamentable hecho, los papas de Nachito decidieron sepultarlo en el Panteón Belén de Guadalajara, pero cuál fue su sorpresa que, según la leyenda, al día siguiente el ataúd amaneció fuera del lugar donde fue enterrado.
Al parecer, Nachito le seguía teniendo miedo a la oscuridad, incluso en el más allá, y los padres, captando la indirecta de su difunto hijo, decidieron rediseñar la tumba para poder ponerle velas alrededor y que la luz del sol cayera sobre una rendija.
