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Esta playa fue creada de manera artificial para atraer a turistas, pero se llenó de tiburones

La playa se convirtió rápidamente en un destino popular para veraneantes que buscaban disfrutar del sol y el mar en un entorno idílico.

Luz Noticias
24/06/24

Esta playa fue creada de manera artificial para atraer a turistas, pero se llenó de tiburones

FOTO: Playa artificial.

En el corazón del Océano Atlántico, cerca del noroeste de África, se encuentra Canarias, un archipiélago español que alberga la fascinante playa de Las Teresitas. Originalmente creada para atraer a turistas hace más de medio siglo, esta playa ha evolucionado para convertirse en un santuario natural crucial para el tiburón ángel, una especie marina en peligro crítico de extinción.

Un proyecto ambicioso y un destino inesperado

  • La historia de Las Teresitas comienza en la década de 1960, bajo el régimen franquista en España. En un esfuerzo por transformar un rincón pedregoso y de arena negra en un atractivo turístico, se decidió remodelar la playa con arena dorada traída desde el Sahara Occidental. Esta transformación, finalizada en 1972, no solo requirió una logística titánica, que incluyó la importación de cuatro millones de sacos de arena, sino que también trajo consigo leyendas urbanas sobre la presencia de escorpiones y otros animales exóticos en la nueva arena.
  • El objetivo inicial era claro: convertir Las Teresitas en una playa paradisíaca que rivalizara con las mejores del Caribe, atrayendo a turistas de todo el mundo. En ese sentido, el proyecto fue un éxito rotundo. La playa se convirtió rápidamente en un destino popular para veraneantes que buscaban disfrutar del sol y el mar en un entorno idílico.
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El renacer del tiburón ángel

  • Sin embargo, el proyecto tuvo un efecto secundario inesperado: la playa también se convirtió en un refugio para el tiburón ángel (Squatina squatina), una especie que se encuentra actualmente en peligro crítico de extinción según la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN). Este depredador de cuerpo aplanado y ancho, que a menudo se confunde con una mantarraya, ha encontrado en Las Teresitas un hábitat ideal para su reproducción y cría.
  • A pesar de que existen registros históricos que indican que el tiburón ángel ya visitaba la zona desde el siglo XIX, la transformación de Las Teresitas ha permitido que esta especie encuentre un refugio seguro lejos de las prácticas destructivas como la pesca de arrastre, que ha devastado sus poblaciones en otras partes del mundo, desde las costas de Noruega y Irlanda hasta las de Marruecos y el Sahara.

Un balance delicado entre turistas y conservación

  • La presencia de los tiburones ángel en Las Teresitas no ha estado exenta de conflictos. Estos animales suelen ser pisados accidentalmente por los bañistas, lo que ha provocado deformaciones en algunos individuos y ha aumentado la preocupación por su bienestar en esta área concurrida. Además, la acumulación de basura y la presión turística representan amenazas adicionales para la estabilidad de este santuario.
  • No obstante, la importancia biológica de Las Teresitas como un refugio para el tiburón ángel es indiscutible. En un mundo donde las especies marinas enfrentan una extinción acelerada, la playa se ha convertido en un símbolo de esperanza y en un recordatorio de la necesidad de proteger y conservar nuestros ecosistemas naturales.
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Una oportunidad para la conservación

  • La historia de Las Teresitas es un ejemplo poderoso de cómo un proyecto humano, destinado inicialmente a fines turísticos, puede transformarse en un pilar de conservación biológica. Este santuario para el tiburón ángel subraya la importancia de encontrar un equilibrio entre el desarrollo turístico y la preservación del medio ambiente.
  • Con la situación crítica de la especie, es vital que Las Teresitas continúe siendo un refugio seguro para estos tiburones y que se tomen medidas adicionales para protegerlos. Ya se han perdido demasiadas especies en el último siglo, y la conservación de estos animales en Canarias es un paso crucial para frenar esta tendencia.

Las Teresitas ha trascendido su origen como una simple playa turística para convertirse en un santuario vital para una especie en peligro. Es imperativo que tanto turistas como residentes comprendan la importancia de este sitio y contribuyan a su preservación. Cuidar de Las Teresitas es, en última instancia, cuidar de nuestro patrimonio natural y asegurar un futuro más sostenible para todos.

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