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Así afecta a la pesca de Topolobampo el cierre de astillero ¿a dónde irán los barcos?

Señalan que el cierre del astillero se debió a problemas ecológicos en su ubicación. Estos problemas impedían que se llevaran a cabo todos los trabajos.

Adriana Ochoa
27/07/24

Así afecta a la pesca de Topolobampo el cierre de astillero ¿a dónde irán los barcos?

FOTO: Luz Noticias.

El reciente cierre del astillero de Topolobampo genera un fuerte impacto en la comunidad pesquera local. Este hecho ha obligado a los pescadores a trasladar sus embarcaciones a Mazatlán o Guaymas para realizar las reparaciones necesarias, lo que ha incrementado significativamente sus costos operativos.

Carlos Sotelo Monge, Presidente de la Federación de Cooperativas Pesqueras de Altamar en Topolobampo, explicó que el cierre del astillero se debió a problemas ecológicos en su ubicación.

Estos problemas lamentablemente impedían que se llevaran a cabo todos los trabajos necesarios para mantener una operación sostenible durante todo el año.

«El dueño del astillero tiene sus razones, principalmente problemas ecológicos en el área donde estaba situado. No podía hacer todos los trabajos necesarios para mantener una planta laboral todo el año. El traslado a Mazatlán o Guaymas implica un doble costo, principalmente por el diésel. Solo el viaje de ida y vuelta puede costar entre 60 y 70 mil pesos en diésel», explicó Sotelo Monge.

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Aumento de costos operativos:

  • Las restricciones ecológicas impidieron al astillero de Topolobampo realizar trabajos completos en las embarcaciones, lo que limitó su capacidad para operar eficientemente y mantener su plantilla laboral. Este escenario llevó inevitablemente a su cierre.

Para que una embarcación esté en condiciones de zarpar al inicio de la temporada, los costos son elevados. Los pescadores deben pagar por el diésel, las reparaciones y las artes de pesca, elevando su gasto operativo a aproximadamente 2 millones de pesos.

El cierre del astillero de Topolobampo representa un golpe duro para los pescadores locales, quienes ahora enfrentan mayores costos y complicaciones logísticas.

Riesgo a la tripulación

Con la veda del camarón que se levanta en el mes de septiembre, los armadores se ven obligados a buscar astilleros en Mazatlán o Guaymas. Este traslado no solo aumenta los costos sino que también supone un riesgo adicional para la tripulación.

La comunidad pesquera de Topolobampo está preocupada por estos desafíos, ya que la necesidad de trasladarse a otros puertos para las reparaciones incrementa el tiempo fuera de casa y los riesgos asociados al transporte de larga distancia.  

Los pescadores están ahora en una situación precaria, tratando de adaptarse a estos nuevos retos mientras se preparan para la próxima temporada de pesca.

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