Sinaloa | Norte
Estancia para hijos de jornaleros agrícolas se reactiva en Sinaloa
Se atiende a ama de 60 menores mientras sus padres trabajan en los campos agrícolas
Foto: Luz Noticias
Con la reactivación de la temporada agrícola, el Sistema DIF Sinaloa puso en marcha nuevamente la estancia infantil ubicada en la comunidad de Adolfo Ruiz Cortines, diseñada para atender a los hijos de jornaleros migrantes que trabajan en los campos agrícolas.
Estancias
Este espacio, que opera gracias a la coordinación entre el DIF Sinaloa, agricultores y transportistas, busca garantizar el bienestar de las niñas y niños mientras sus padres laboran.
En estas estancias, los menores reciben atención integral, incluyendo servicios educativos, atención médica y alimentos balanceados, con el objetivo de prevenir problemas de desnutrición y enfermedades comunes en estos entornos.
"Eneyda Rocha Ruiz, presidenta del DIF Sinaloa, informó que actualmente se atiende a alrededor de 60 menores, un número que podría aumentar conforme avance la temporada.
"El trabajo es integral. Los transportistas se encargan de llevar a los niños a las estancias, donde personal capacitado los cuida hasta que sus padres terminan la jornada laboral. Después, los pequeños son regresados a las cuarterías donde residen", explicó.
Cuidado
El año pasado se puso en marcha la primera estancia infantil, después de la muerte de 13 menores que tuvieron complicaciones de salud, en dónde intervienen varias dependencias para garantizar el cuidado integral de los menores.
"Es fundamental que todos trabajemos juntos, agricultores, transportistas y autoridades. Esto nos permitirá avanzar poco a poco hacia mejores condiciones para nuestros niños y sus familias", agregó.
Cada año, entre 200,000 y 400,000 jornaleros migrantes, en su mayoría provenientes de Guerrero, Oaxaca y Chihuahua, llegan a los campos agrícolas de Sinaloa. Muchos de ellos se enfrentan a condiciones precarias, alojándose en más de 130 cuarterías distribuidas en municipios como Guasave y Juan José Ríos. Estas viviendas suelen carecer de servicios básicos como agua potable y espacios adecuados, lo que agrava los riesgos de salud y bienestar para las familias.
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