Opinión
México será la 10ma economía del mundo: Plan Nacional 2025-2030
Alguien tiene que decirlo
03/03/2025
El viernes 28 de febrero, la Presidenta de la República, Dra. Claudia Sheinbaum Pardo, envió a la Cámara de Diputados el Plan Nacional de Desarrollo 2025-2030, para su aprobación en un plazo no mayor de 2 meses, cumpliendo así con los artículos 26 y 74 fracción VII de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos y el artículo 21 de la Ley de Planeación.
El Plan Nacional de Desarrollo se estructura a partir de los 100 compromisos para el 2do piso de la Transformación, un diagnóstico, objetivos, estrategias, indicadores, metas y se establecen 4 ejes generales: 1) Gobernanza con justicia y participación ciudadana; 2) Desarrollo con bienestar y humanismo; 3) Economía moral y trabajo; y 4) Desarrollo sustentable, así como 3 ejes transversales: igualdad sustantiva y derechos de las mujeres, innovación pública para el desarrollo tecnológico nacional y derechos de las comunidades indígenas y afromexicanas.
Cabe señalar que este Plan Nacional es muy ambicioso, ya que pretende colocar a México como la 10ma economía del mundo, pero para lograrlo, tendríamos que crecer mínimo 3% promedio anual durante los próximos 6 años, superando Rusia y Canadá, lo que contrasta con la proyección del Fondo Monetario Internacional (FMI), que señala que México crecerá sólo 1.4% este 2025 y 2% el 2026.
Los compromisos que más llaman la atención son que no aumentarán los precios de los energéticos, se alcanzará la soberanía alimentaria, precios justos para la tortilla, el salario mínimo permitirá comprar 2.5 veces la canasta alimentaria y se tecnificarán 200 mil hectáreas de riego en el país, donde Sinaloa es uno de los principales beneficiados.
Una de las debilidades del Plan Nacional de Desarrollo son que las estrategias son muy generales y vagas, por ejemplo, en el caso de fortalecer la soberanía alimentaria, no hay metas específicas sobre cuánto elevar la producción de maíz, de frijol o de trigo panificable, cultivos de los que importamos el 51%, el 30% y el 65% de nuestras necesidades de consumo.
Sólo se menciona que hay que fortalecer la capacidad productiva de los productores, con énfasis en la micro, pequeña y mediana escala, que hay que promover el buen funcionamiento de los mercados agrícolas e impulsar la generación de valor, lo que son buenas ideas, pero lo importante es cómo hacer que las cosas sucedan.
Tampoco hay metas de creación de empleos, ni de crecimiento de la economía o del campo, sólo se menciona que se crearán 1.5 millones de empleos en la manufactura y en sectores estratégicos, pero no hay una meta global a que le podamos dar seguimiento.
Pero, como en cualquier país populista, la meta no es cuánta gente sale de la pobreza, sino en cuánto aumenta el padrón de beneficiarios a los que les regalan dinero... por ejemplo, la meta es aumentar 39% el número de personas que reciben las pensiones (adultos mayores, con discapacidad y mujer bienestar), que pasará de 27.9 millones de beneficiarios a 38.8 millones para el 2030, no pierdan de vista esta cifra, porque muy probablemente será "la votación histórica" del próximo sexenio.
En conclusión, los buenos deseos, por más inspiradores que sean, no se logran sólo con desearlos, sino que hay que trazar una ruta que unifique la participación de los 3 niveles de gobierno y de los sectores productivos y sociales con un mismo objetivo, que le vaya bien a México.
Por eso, le pregunto estimado lector, ¿el Plan Nacional de Desarrollo refleja la visión del país que queremos o sólo son buenos deseos, sin los cómo para alcanzarlos?
MÁS DE Samuel Sarmiento