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Familias mochitenses se quedan en la calle tras incendio de su casa; el fuego inició con una veladora
Un incendio en zona de invasión dejó a varias familias de Los Mochis sin techo ni pertenencias; piden apoyo para reconstruir sus hogares, no tienen ni ropa ni zapatos.

Dos familias lo perdieron todo y una más sufrió daños parciales en su vivienda, luego de que esta madrugada se incendiaron sus casas construidas principalmente de lámina, plástico y cartón, en una zona de invasión ubicada al suroriente de la ciudad de Los Mochis.
Las tres familias se quedaron sin pertenencias y en la calle; entre ellas hay niños que se quedaron descalzos y sin ropa.
El incendio ocurrió la madrugada de este martes 11 de noviembre, en las viviendas construidas con material rústico en una zona de invasión Bellavista, ubicada sobre la orilla del camino de terracería del bordo del canal del bulevar Topolobampo, entre las calles Redondo y Angostura, justo donde termina el fraccionamiento Santa Luz.
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Tras el reporte del incendio se movilizaron todos los cuerpos de auxilio y rescate; sin embargo, al llegar, dos de las casas prácticamente estaban reducidas a cenizas, mientras que la tercera sufrió daños parciales.
Según los afectados, en una de las casas donde se presume inició el incendio, la mujer adulta mayor que vive en ese domicilio salió de casa, sin embargo, dejó veladoras prendidas, lo que presuntamente provocó el fuego.

La señora María Armenta Mora, quien vive en una de las casas junto a su esposo, su hija, su yerno y sus cinco nietos, narró el momento en que se percataron que el fuego se acercaba a su vivienda y lo único que hicieron fue salir corriendo para ponerse a salvo.
“Al parecer fue una veladora, porque el cable está completo, no hubo corto ni nada de eso.”
- —¿Y cómo inició el incendio? ¿Dónde estaban ustedes?
“Haga de cuenta que el muchacho, mi yerno, salió al baño y vio una lumbre que salía o que empezó a salir. Entonces lo que hizo fue avisarnos a todos y corrimos, no sabíamos qué hacer más que salir corriendo y sacar a los niños. No sacamos ni zapatos ni ropa, nada. Todo se quemó, así como andábamos acostados salimos corriendo”, narró la abuelita.

La señora se dijo preocupada, e incluso un poco cansada y con malestares de salud, pues desde las 2:00 de la mañana que se registró el incendio se encuentra de pie, ya que aseguran que tuvieron que quedarse porque llegaron personas a quererse robar lo poco que quedó, entre ellos pedazos de lámina y fierro.
Su hija Berenice, madre de cinco hijos que se quedaron sin nada, relató que lo primero que hizo fue poner a salvo a sus niños, pues aunque asegura que se quedaron en la calle y solo con lo que traían puesto, lo único que pensó fue en alejarlos de la casa que ardía en llamas.
“Salió mi esposo, y él pensó que era un carro que venía, y no, eran las llamas que ya estaban alcanzando nuestra casa. Lo que hicimos fue agarrar a los niños y salirnos. Como mi hermana vive enfrente, fue lo primero que se nos ocurrió, que fueran y le gritaran para que llamara a los bomberos o algo. En ese momento no pensé ni en sacar ropa ni nada, solamente en salvar a los niños. Los desperté y los puse a salvo en la orilla, y ya después llegaron los bomberos, pero pues ya no salvamos nada.”
—¿En cuestión de segundos se terminó la casa?
“En un ratito se terminó, porque el material era madera, lámina y plástico, pedazos de lona, y pues usted sabe que una chispita agarró luego todo.”
Dos familias lo perdieron todo, entre ellas una pareja de adultos mayores y la familia de Berenice, en cuya casa vivían nueve personas: la señora María Armenta, su esposo, su hija Berenice, su yerno y sus cinco hijos. Mientras que en la tercera vivienda hubo afectaciones parciales en un costado donde alcanzó el fuego.
Apoyo:
Si usted desea apoyarlos, puede acudir directamente a la dirección arriba mencionada o comunicarse con Berenice al número 6681377820. Ella comentó que necesitan de todo y que cualquier donación “de corazón es bienvenida”, ya que se quedaron sin nada. Este día visten ropa que les regalaron los vecinos.
- Requieren material rústico para reconstruir un pequeño cuarto, enseres domésticos, camas, ropa, despensas y artículos de higiene personal.
Berenice usa pantalón talla 7, blusa talla mediana y calza del número 5. Su esposo Jesús Ignacio usa pantalón talla 30, es de talla mediana y calza del número 6.
Los abuelos, ambos de complexión robusta, también necesitan ropa y calzado.
Los cinco niños que viven en ese domicilio incendiado son:
- Kenia Lucero, de 14 años
- Samira, de 9
- Sofía, de 7
- Saúl, de 5
- la más pequeña, Carla Valentina, de un año y cuatro meses. Todos necesitan ropa y calzado.
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