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Grok IA de X dará clases en El Salvador: este es el acuerdo entre Elon Musk y Bukele
El proyecto tiene como meta beneficiar a más de un millón de estudiantes en 5,000 escuelas públicas.
En un movimiento que busca revolucionar la enseñanza, el presidente de El Salvador, Nayib Bukele, y el empresario Elon Musk confirmaron una alianza para implementar la inteligencia artificial Grok en el sistema educativo público. El anuncio, realizado este 11 de diciembre de 2025, posiciona al país como el creador del "primer programa educativo nacional impulsado por IA en el mundo".
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¿Cómo funcionará el "tutor virtual"?
El proyecto tiene como meta beneficiar a más de un millón de estudiantes en 5,000 escuelas públicas. La tecnología de xAI funcionará como un "tutor virtual" que se adapta al ritmo de cada alumno: si alguien necesita más tiempo en matemáticas, la IA lo acompaña paso a paso, pero si otro estudiante avanza rápido en ciencias, el sistema le propone retos más complejos.
Este modelo de aprendizaje busca reducir las brechas entre las zonas urbanas y rurales. Además, Grok se integrará al currículo nacional para servir como apoyo a los docentes en la planificación de sus clases, con la idea de que la IA complemente al maestro y no lo sustituya.
El Salvador como laboratorio mundial
Con esta iniciativa, el país se convierte en un "sandbox global" de xAI, funcionando como un laboratorio de innovación educativa que podría replicarse en otras regiones con recursos limitados, incluyendo a México y el resto de América Latina.
El contraste con México: ¿Apoyo o vigilancia?
La llegada de Grok a las aulas salvadoreñas muestra un enfoque pedagógico, mientras que en México la inteligencia artificial se ha utilizado recientemente para la vigilancia académica. Un ejemplo es el examen ECOEMS (organizado por la UNAM y el IPN), donde la IA se usó para detectar "intentos de trampa" en tiempo real durante la evaluación de más de 78 mil aspirantes.
Esta diferencia plantea un debate sobre el futuro de la tecnología en la educación: mientras en un lugar amplía las posibilidades de enseñanza, en otro asegura la integridad de los exámenes. Sin embargo, también surge la duda sobre si la IA podría ser usada para diseñar trampas más complejas en el futuro.
Lo cierto es que programas como el de El Salvador demuestran que la tecnología, "bien dirigida, puede ser un catalizador para cerrar brechas sociales" y abrir nuevas oportunidades para el desarrollo de los jóvenes.
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