Sinaloa | 03/03/2016 | Jessi Jáuregui
Los Mochis, Sin.- El 3 de marzo se celebra el Día Internacional de los Derechos de las y los Trabajadores sexuales, fecha que busca garantizar la seguridad e integridad de los hombres y mujeres que se dedican a la prostitución.
De acuerdo al último censo del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), en el 2010, habían en México 862 mil sexoservidoras y sexoservidores, de los cuales un alto índice sufría de violencia física, moral o psicológica por parte de los proxenetas, clientes, autoridades y hasta de su propia familia.
La presión social y el abuso de autoridad son de las situaciones que más enfrenta este grupo social hasta el momento.
En el 2014, la Comisión Estatal de Derechos Humanos en la zona norte de Sinaloa, en Ahome, recibió una queja por parte de dos jóvenes que ejercían la prostitución, los cuales fueron arrestados y ridiculizados por agentes preventivos, detalló a Fórmula Noticias la visitadora regional del organismo, María Araceli Sepúlveda Sauceda.
“Hubo un caso en el 2014, en el cual hubo 2 personas que señalaban trato indigno por parte de servidores públicos, policías municipales de Ahome, en la que precisamente tocaban este concepto: el mal trato y además el señalamiento porque eran hombres vestidos de mujer, y bueno, el desprecio, y el hacerles comentarios discriminatorios hacia sus personas”.
Sin embargo, lo más preocupante es que las personas que se prostituyen no denuncian cuando sufren algún acto violatorio de sus derechos civiles y humanos, muchas veces por miedo a que salga a la luz pública a qué se dedican, por ignorancia, o porque son las mismas autoridades encargadas de brindarles seguridad las que violentan sus garantías.
La visitadora regional de la CEDH lamentó que muchas mujeres y hombres no ejerzan su derecho de exigir justicia.
“Realmente el hecho de que las personas crean inconveniente, o crean, y tengan el temor de que los servidores públicos, por ejemplo, de acceso a la justicia, las procuraciones de justicia no les escuchen cuando con todo derecho pueden acudir y señalar que han sido objeto de una violación a sus derechos humanos o de un ilícito. El acceso a la justicia y la legalidad jurídica es un derecho que todos tenemos por igual”.
Por último, es una realidad que las casas de citas y sitios de prostitución son visitados constantemente por militares y federales, los cuales en muchas ocasiones solicitan los servicios de los y las trabajadoras sin pago alguno, aprovechándose de su investidura de autoridad.