Sinaloa | 06/24/2016 | Ernesto Torres
Los Mochis, Sin.- La adicción a las drogas es una enfermedad progresiva y mortal por necesidad, expresó Alfredo Portillo Fierro, exadicto y consejero en adicciones desde hace dos años, quien aseguró que la terapia consiste en usar su experiencia de vida y cada caso apoyado del modelo terapéutico del Consejo Nacional de la Adiciones.
Según su experiencia, para muchas personas, hablar del Centro de Recuperación y Rehabilitación para Enfermos de Alcoholismo y Drogadicción, CRREAD A.C. es hablar de la antesala del infierno como dicen los recién ingresados, pero para otros es una fuente más de vida y de esperanza porque representan el regreso de la unión familiar.
"Yo creo que hay un porcentaje alto que no acepta el daño que se está causando, que no acepta el daño que se está haciendo, que no acepta la droga y el alcohol como una enfermedad, por eso somos un equipo multidisciplinario que a través de las terapias vamos haciéndole entender al usuario que él está enfermo, no es fácil pero es un proceso que lleva meses, y en esos meses que está internado se le aplican todas las terapias, tanto del programa de de AA, como del equipo del modelo terapéutico con sus 9 componentes”, explicó.
El consejero consideró que la familia es fundamental para que los adictos en recuperación tengan un proyecto de vida, que se interesen en en reinsertarse a la sociedad, pero sobre todo, en prevenir recaídas.
“Nuestros mayores problemas dentro de la adicción son de tipo emocional, son problemas familiares, problemas de adaptación a la sociedad, y todo eso lo vemos en el proceso que tiene el usuario dentro de su tratamiento residencial de 3 o 6 meses”, señaló.
Según Silvestre Urías, Secretario del Centro de Recuperación, informó que trabajan conforme a la Norma 028 de la Ley de Adiciones, en un proceso de 6 meses, donde el adicto ingresa primero a un periodo de desintoxicación, seguido de terapias psicológicas y ocupacional.
Actualmente en Granja CRREAD Los Mochis, hay 80 usuarios, de los cuales muchos son interrumpidos por la misma familia, por lo que aseguran son ellos los principales causantes de las recaídas.
“Desafortunadamente sí tenemos casos que interrumpen el tratamiento, por petición de las familias, ya que dentro de las visitas, llegan los sentimientos encontrados y demás y no ve la familia que el problema es interno y no físico, entonces, al ver al usuario bien físicamente, le dan un voto de confianza y terminan por interrumpir ese tratamiento”.
Por su parte Héctor Manuel Moreno, quien ha ingresado por 15 veces a un centro de rehabilitación en procesos interrumpidos desde los 15 años, hoy a sus 36 año revela que para él, los problemas en casa, con su familia eran el factor que lo orillaban a consumir drogas, sin embargo, al aceptar su enfermedad se dio cuenta que él era el responsable de sus actos.
Dijo que después de vivir sumido en las adicciones, se dio cuenta que estaba enfermo y que aún cuando arrastró a su propia familia a sus problemas, corrió con suerte porque ahora lo apoyan, contrario dijo, a una gran cantidad de adictos que conoció, que por estar en el camino de las drogas perdieron la familia.