País-Mundo | 10/27/2016 | Notimex
Ciudad de México.- La norma que señala que las cenizas de los difuntos deben ser conservadas en un lugar aprobado por la Iglesia o consagrado, sólo es obligatoria para los católicos, informó el vocero de la Arquidiócesis de México, Hugo Valdemar, quien dijo estar al tanto de la indignación manifestada en redes sociales al respecto.
En entrevista con Notimex, advirtió que la Iglesia católica no podrá celebrar exequias o funerales cristianos a quienes contradigan esa prohibición del Vaticano y dejen dispuesto que sus cenizas sean esparcidas o se mantengan en casa.
Reconoció que en las redes sociales se ha reflejado la indignación de muchas personas por esta medida de la Santa Sede, la cual prohíbe que las cenizas de los católicos que desean ser cremados sean esparcidas, divididas entre familiares o conservadas en casa.
Sin embargo, advirtió, “estas disposiciones son para los católicos, quien se diga católico y quiere ser un buen católico debe obedecer lo que la Iglesia Católica pide, si no puede hacer lo que quiera con sus cenizas”.
Además, explicó que el documento emitido por la Congregación para la Doctrina de la Fe en agosto y firmado en marzo por el Papa Francisco no prevé “sanciones” para quienes no lo acaten.
“El documento dice que si alguna persona deja dispuesto que sus cenizas sean tiradas al mar o río, bosque o estos lugares, no se le pueden celebrar las exequias, los funerales cristianos católicos, porque esas acciones contradicen la fe cristiana de la resurrección”.
Estas pautas que emite el Vaticano, precisó el prelado, no son nuevas, pues datan de 1963 cuando el Papa Juan XXIII levantó la prohibición de la cremación para los fieles católicos, pues hasta antes de esta fecha solo se permitía la inhumación, es decir, el entierro.
“La actual, lo que dispone es recordar la doctrina católica, sobre los fieles difuntos y el trato que se debe dar a sus cuerpos, y algunas prohibiciones por algunas prácticas abusivas que se vienen realizando desde hace varios años”.
Valdemar Romero comentó que muchas personas esparcen las cenizas de sus fieles difuntos en el mar, bosque o ríos, y detrás de esto hay una perspectiva naturalista, nihilista o relativista que contradice la fe cristiana y de la resurrección.
“De ahí que la Santa Sede dice, atención, esas prácticas están prohibidas; no se pueden hacer y las cenizas tampoco pueden estar en casas particulares, porque no es el lugar adecuado. En todo caso tienen que estar en un lugar sagrado, digno y apropiado para ello”, subrayó.
Los católicos que por ignorancia y no por contradecir la fe cristiana han dispuesto de las cenizas de sus familiares cremados en algunos de los lugares que prohíbe la Iglesia, no tienen consecuencias porque “no hay un problema de fe”.
“¿Qué pasa con esas cenizas que se esparcieron en el mar y bosque? Está la omnipotencia de Dios para la resurrección, no hay nada imposible para Dios. Lo que la Iglesia quiere hacer no es remediar lo que ya se ha hecho, sino recuperar el sentido cristiano de la muerte y resurrección”, recalcó.
Por ello, exhortó a los católicos que por ignorancia o desconocimiento han esparcido las cenizas de sus muertos a no preocuparse, porque “no hay consecuencias, solo recen por sus difuntos, por lo demás no es para que se mortifiquen o se sientan mal”.
“La resurrección del último día no depende de dónde sepultaron el cuerpo o dónde dejaron las cenizas, sino de la omnipotencia de Dios que puede hacer todas las cosas, pero sí, la Iglesia quiere que en adelante tengan mucho cuidado y obedezcamos estas normas”, insistió.
El vocero de la Arquidiócesis de México enfatizó también que para la Iglesia Católica ninguna persona es dueña de otra, sino propiedad de Dios.
“Se debe aclarar: no somos dueños de las personas, el único dueño es Dios... El único dueño es Dios y fuimos creados por él y hacia él nos dirigimos”.
En este sentido, las nuevas normas, sostuvo, permiten a los católicos “tener claro que no puedo tener como un objeto a un fiel difunto, o hacerlo un diamante como ahora se hace en Suiza, eso no es compatible con la fe cristiana, lo deja muy claro el documento, eso no está permitido”.
“A nadie se le está obligando, pero si eres católico obedece las normas; no las quieres obedecer, entonces hazte panteísta, naturalista, lo que tu quieras, pero no eres católico porque no obedeces lo que tu Iglesia te pide”, planteó.