Deportes | 02/04/2017 | Adrián González
Culiacán, Sin.- El calor del Caribe se siente desde hace días en la ciudad de Culiacán y, no es para menos, ya que desde el 2 hasta el 7 de febrero, se lleva a cabo la Serie del Caribe 2017 en el estadio de los Tomateros de Culiacán.
Los aficionados, desde temprano empiezan a rodear el estadio en espera de que éste sea abierto y poder ingresar para apoyar con todas sus fuerzas a sus equipos.
Entre los pasillos y butacas del inmueble, se ven a cubanos, dominicanos, venezolanos, puertorriqueños y, por supuesto, mexicanos; todos vistiendo algo representativo a su país o a su selectivo.
Los olores a hotdogs, churros, tortas, sushis, se mezclan junto con el de las palomitas, papitas y de más chucherías que se ofrecen a lo largo y ancho del Ángel Flores, provocando el clásico "mamá cómprame" en los niños y alguna que otra novia. Esto sin dejar de lado a los señores comiendo cacahuates y "empinando el codo", todo esto en un gran ambiente de fiesta. Fiesta que representa el color y el calor de los caribeños.
Se escucha la música en las bocinas del recinto y no falta quien se ponga a bailar, ya sea solo o con el de lado, y hasta con el del algodón de azúcar; sacan sus mejores pasos para acompañar a las botargas que ponen ambiente entre los asistentes, haciendo que se olvide por un instante que sus países son rivales en el terreno de juego y quién va ganando o quién, o quién le ganó a quién.
Mientras que los niños gritan a sus ‘héroes’ por un autógrafo, los más grandes piden la foto, y hasta a los comunicadores conocidos les toca tomarse la selfie con algún aficionado, mientras las luces iluminan el terreno del campo en donde minuto a minuto, entrada a entrada, los jugadores, los protagonistas de esta historia entregan todo de sí para lograr el preciado trofeo y poder decir: somos los campeones de la Serie del Caribe 2017.