País-Mundo | 03/27/2017 | Notimex
Tijuana, BC.- Durante el verano de 2016, Tijuana empezó a cambiar su fisonomía. Personas de habla francesa empezaron a llenar sus calles. Eran los haitianos que iniciaban su arribo que, según estimó El Colegio de la Frontera Norte (El Colef), fueron entre 15 y 20 mil.
La profesora-investigadora del Departamento de Estudios Sociales de El Colef, Araceli Almaraz, explica en entrevista para Notimex que la llegada de haitianos a México se incrementó notablemente a partir del verano de 2016.
Tijuana se ha caracterizado desde su fundación por ser una ciudad a la que llegan migrantes de todos los estados de México y también extranjeros, pero a estos haitianos los movía la posibilidad de apelar a una residencia temporal en Estados Unidos.
“Recordemos que Haití había sufrido ya varios eventos, pero dos destacan en 2010 y 2016, razón por la cual desde 2010 Estados Unidos puso a Haití en el grupo de países con una categoría que ellos llaman estatus temporal de protección”, señaló Almaraz.
Entonces, con este listado de Estados Unidos le permitió a los habitantes de Haití ingresar al país norteamericano y tener posibilidad incluso de trabajar.
Con esa expectativa, muchos haitianos se aventuraron a cruzar el país y, de hecho, el continente. Algunos de ellos venían procedentes no de Haití, de donde hacía años habían salido, sino de Brasil, Perú y República Dominicana, en algunos casos.
“En Brasil ellos estuvieron trabajando, porque la oferta de trabajo y obviamente por necesidad de mano de obra se amplificó con los eventos deportivos que tuvo Brasil”, refirió Araceli Almaraz, quien ha trabajado en el tema desde su aparición.
En ese sentido, la investigadora de El Colef dijo que una vez que terminan los Juegos Olímpicos como el Mundial de futbol, “terminan las posibilidades amplias para trabajar en Brasil, además se acrecientan las dificultades políticas en ese país durante 2016”.
Y la voz se corrió, debido a “que varios haitianos habían estado apelando a estas entrevistas en Estados Unidos, pues empezaron a manifestar la posibilidad de que por México se podría cruzar y eso disparó las llegadas”, de haitianos y algunos africanos.
Los haitianos entraban por Tapachula principalmente y avanzaban vía carretera hasta Tijuana-Mexicali, con un salvoconducto de hasta 20 o 30 días y estuvieron cruzando a cuentagotas, señaló la investigadora.
“Finalmente llegó diciembre cuando Estados Unidos empieza cada vez más a recrudecer y hacer mínimo el acceso para entrevista”, anotó a la vez que refirió que algunos haitianos que cruzaron, son deportados directamente a Haití, voz que también se corre.
“Se dan cuenta que empiezan a deportar directamente a Haití a sus connacionales que habían sido entrevistados y que va a ser muy poca la población que va a permanecer en Estados Unidos”, los que serán aceptados serán, en su mayoría, mujeres y niños.
“Esto nos trae a 2017, enero, donde prácticamente quedan las posibilidades de entrevista nulas y los que ya habían llegado aquí y que tenían su salvoconducto pues definitivamente ya no pueden cruzar, ni siquiera a ver la posibilidad de entrevista”, comentó.
La cifra que El Colef tiene en sus registros “va entre los 15 y los 20 mil haitianos, y los que finalmente se quedaron varados oscilan entre los dos mil y cuatro mil, pero considerando las dos principales ciudades que son Tijuana y Mexicali”.
Cuando los haitianos llegaron y traían una cita para 20 o 30 días después, se les podía ver en estacionamientos de los centros comerciales, trabajando como acomodadores, algunos otros en la construcción, pero siempre pensando en cruzar a Estados Unidos.
Ya a principios de diciembre, Philippe, un haitiano entrevistado por Notimex en un centro comercial de la colonia Libertad, expresó que de no lograr una residencia temporal en Estados Unidos, su opción sería quedarse en México. Otros compartían ese pensamiento.
Durante los últimos meses de 2016 y hasta febrero de 2017, El Colef hizo lo más cercano a un censo en los albergues que estaban habilitados, “pero hubo otros grupos de haitianos que no estaban en albergues que decidieron estar en hoteles o rentar un cuarto”.
La cifra estimada de unos dos mil haitianos en Tijuana y otros tantos en Mexicali, es con base en ese censo en el que trabajó personal del Colegio de la Frontera Norte, “lo que nosotros tenemos es solamente para los que se mantuvieron en albergues”.
Ese censo establece que hasta hace un par de semanas había mil 300 haitianos, tan sólo en albergues de Tijuana.
“Porque muchos de ellos ya salieron a buscar trabajo y están rentando, un cuarto o una pequeña casita, y sobre ellos ya no tenemos control, pero si sabemos que lo están haciendo”, señaló.