País-Mundo | 06/18/2017 | Notimex
Ciudad de México.- José Luis Sánchez Millán, apasionado del hip-hop, compone sus propias rimas y las interpreta, es también un sobreviviente de cáncer y papá soltero de una pequeña de dos años, a quien le dedica su trabajo, sus canciones, pero sobre todo, su vida y las ganas de salir adelante.
De acuerdo con el Consejo Nacional de Población (Conapo), los hogares en México son encabezados por un hombre, 796 mil, de los cuales 259 mil son separados o divorciados, a 42 mil de ellos los abandonaron y 495 mil son viudos.
Hace un año, al rapero y serigrafista le diagnosticaron cáncer testicular y de ganglios, fueron momentos difíciles para él, con su hija de apenas un año, nunca pensó en dejarse vencer por la enfermedad, sabía que sería complicado pero nunca se rindió, “era un lujo que no me podía dar”.
En ese momento las cosas se complicaron, ya que cuando le diagnosticaron la enfermedad su vida se paralizó, ya no pudo trabajar, por los dolores tan fuertes que presentaba.
Faltó a su empleo durante un mes para recuperarse de la operación, más tarde le comenzaron a dar quimioterapia y regresó al trabajo solo medio tiempo, pues tenía que ir al hospital para recibir las radiaciones.
Datos del INEGI señalan que en los hogares familiares, 82.4 por ciento de los jefes hombres son económicamente activos, característica que presentan 48 por ciento de las jefas.
En ese tiempo, su vida en pareja también atravesó una crisis, la madre de la pequeña decidió tomar otro camino y dejó a la hija de ambos al cuidado de él.
En entrevista con Notimex José Luis relató que cuando regresaba de las radiaciones, se tiraba a la cama de dolor, le daba vómito y no quería comer nada, no sabía si la pequeña de entonces un año, se daba cuenta de ello, pero se le acercaba y le arrimaba un vaso de agua o le convidaba lo que comía, o simplemente se quedaba cerca de él y se dormía a su lado.
Desde entonces, Chin Ho como también se le conoce, supo que criaría a su hija solo, por ello se esfuerza aún más en ser un buen padre. Le gustaría dedicarle más tiempo pero por su trabajo no puede.
Durante el día, su mamá le cuida a la niña y en la noche, todo su tiempo es para ella, juega, cena y convive el tiempo restante, cuando él llega a su casa se vuelve por completo de su propiedad, destacó.
Lo que José Luis busca es darle lo mejor a su hija, además de un buen ejemplo, así como el mejor efecto y el mejor cariño, ser una buena guía para ella.
“En México, estamos acostumbrados a que los papás corran y las mamás se queden con el cuidado de los hijos, incluso muchas personas me cuestionan por haberme quedado con la niña”, resaltó.
En el país, 73 por ciento de los hogares familiares se reconoce como jefe a un hombre y en tres de cada 10 (27 por ciento) es una mujer quien asume este papel, de acuerdo con cifras del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI).
Asimismo, refiere que por su forma vestir tipo cholo, la gente lo voltea a ver mal, no obstante, algunas veces la llega a vestir como él, “desde que ven a un hombre solo con sus hijos y luego por la forma de vestir, me miran mal las personas”.
Por otro lado, señala que la gente pone más atención en él porque es una niña, “y qué, que sea niña es lo mismo, no tiene por qué ser diferente, luego me ven jugando con muñecas o pintándole las uñas, no pasa nada, tengo que sacar mi lado rosa con ella”.
Precisó que se esfuerza en ser un buen padre, “a lo mejor no lo soy pero me esfuerzo en serlo”.
El ser papá de una pequeña le ha dejado un gran aprendizaje, como la inocencia de un niño, que quizá de adulto se olvida. “Recordar lo bueno que tienes cuando eres niño, no tienes preocupaciones, eres feliz hasta con una piedra, volver a valorar todas las cosas que tenemos y no nos damos cuenta”.
A su vez, José Luis se dice consciente que en la sociedad existen estereotipos, que por lo general los hombres son irresponsables, borrachos, los que no llegan a casa o que son promiscuos, y por naturaleza es común que los hijos se queden con la mamá.
Por ello, es raro cuando el padre es quien se queda con la crianza de los hijos.
Por otra parte, lo que él le enseña a su pequeña es que nunca diga que no puede, ella puede hacer lo que desee, si quiere ser doctora, si quiere ser chef, si quiere ser astronauta, puede hacerlo, todo está en que se decida.
Por ello, no permitirá que nadie le imponga lo contrario, o que le digan que no puede hacer tal o cual cosa porque es mujer, si ella quiere puede hacer lo que se proponga. “Porque es igual, tanto mujeres como hombres tenemos las mismas oportunidades”.
Así: "Cuando todo vaya mal y los problemas te intenten dominar, todo quieras abandonar, jamás debes olvidar, aquí siempre estará tu papá…”: Chin Ho.