Agro | 12/15/2017 | Esthela García
Los Mochis, Sin.- La Junta Local de Sanidad Vegetal del Valle del Fuerte mantiene la alerta fitosanitaria contra tizón tardío, tizón temprano y moho blanco que atacan al maíz, frijol, tomate y papa, y aunque hasta el momento sólo se han presentado problemas en el maíz, por una semilla que fue regalada por la empresa Pioneer, se mantienen alerta.
El Gerente técnico de la Junta Local de Sanidad Vegetal del Valle del Fuerte, Francisco Javier Orduño Cota, reveló que hasta el momento se han controlado los primeros focos de infección pero existen semillas de maíz que son susceptibles al tizón y que deberán ser tratadas con fungicidas durante todo el ciclo, lo cual incrementará los costos de inversión.
"Lo mejor es elegir un material resistente, para qué buscarle dos pies al gato, pero bueno, aquí la empresa les dijo que les iba a regalar el material, que le iban a dar puntual seguimiento, y ya fue decisión propia del productor; ahorita tengo entendido que en esos dos materiales, que ya tuvieron problemas el año pasado, a los productores los convencieron porque les regalaron la semilla y les dijeron que le iban a dar puntual seguimiento, pero no pensaban que el problema iba a presentarse tan temprano”, reveló.
El gerente técnico del organismo auxiliar, señaló que a pesar de las recomendaciones de la junta, los productores y la empresa de semillas decidieron sembrar esa variedad de grano que no es resistente a estas enfermedades, con el compromiso de que los fungicidas serían regalados si apareciera tizón en el follaje; sin embargo, la enfermedad se reveló muy temprano y el tratamiento será largo y caro.
“Sí, los lotes infectados y como se lanzó la alerta a tiempo, pueden controlar el problema, pero esta protección va a durar de 10 a 15 días, pero con las condiciones climáticas, al pasar el efecto del producto, va a reincidir el patógeno con nuevas infecciones y deberán hacer otras aplicaciones incrementando la inversión del productor”, lamentó.
Finalmente, el técnico advirtió que hoja que es invadida totalmente por el tizón es desechada por la plántula, lo cual se refleja en el rendimiento final del maíz, que el año pasado bajo hasta el 40 por ciento, con pérdidas millonarias para los productores.