País-Mundo | 12/21/2017 | Notimex
Ciudad de México.- Las fiestas decembrinas son una ocasión para convivir con amigos y familiares, pero también una tentación para que algunas personas recaigan en el tabaquismo, dijo la directora del Programa de Investigación y Prevención del Tabaquismo de la Facultad de Medicina de la UNAM, Guadalupe Ponciano Rodríguez.
Indicó que hay que estar atentos a las señales para evitar fumar de nueva cuenta e hizo diversas recomendaciones para sobrevivir a estas celebraciones de fin de año sin volver a fumar.
Si la combinación de emociones como euforia, alegría, nostalgia, tristeza o incluso depresión que pueden ser normales en esta época se convierten en una situación difícil de manejar, el consejo es buscar apoyo de los amigos y la familia, y si alguien ofrece un cigarro es necesario comentar que ya se dejó el tabaco y cuánto tiempo atrás se tomó esa decisión.
Si la celebración se lleva a cabo en un restaurante es importante solicitar una zona libre de humo de tabaco para evitar conductas de riesgo y también hay que limitar el consumo de alcohol porque el exceso “ablanda la voluntad”.
Si se tiene una rutina de ejercicio hay que mantenerla durante las fiestas, pues la activación física es una de las mejores aliadas para evitar fumar.
Los exfumadores deben tener presente que una recaída no es sólo volver a encender un cigarro, sino tener actitudes y conductas que llevarán de nuevo al tabaquismo y hay que aprender a reconocer cuáles son los síntomas y las situaciones de alto riesgo, además de tener un plan personal de emergencia para no caer en la tentación.
Además, es necesario valorar el esfuerzo que se ha hecho para dejar de fumar y estar consciente de que el mejor regalo del año que está por terminar fue dejar el tabaco, son dos elementos de peso para no volver a ese hábito.
La académica de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) señaló que si esto no fuera suficiente para pasar las fiestas sin volver a fumar, no hay que olvidar que el tabaquismo resta 10 años de vida y aumenta el riesgo de infarto y enfisema pulmonar, entre otras enfermedades.
“Cada vez que piense que va a volver a fumar, enliste en una hoja de papel en dos columnas cuáles son los sentimientos disfuncionales que le motivan a fumar, cuáles son las consecuencias de hacerlo y dónde o con quién puede acudir para pedir ayuda, y anote las alternativas funcionales (positivas) para cada uno de estos pensamientos”, expuso.
"Volver a fumar después de haber realizado el esfuerzo de transformarse en un exfumador es dar marcha atrás y dejarse vencer por esta adicción", agregó.