Viven en carencia alimentaria más de 600 mil sinaloenses

Sinaloa | 03/11/2018 | Manuel Aceves

Son los hombres y mujeres ejidatarios uno de los sectores más desprotegidos.

Culiacán, Sin.- De acuerdo con el informe más reciente sobre pobreza y rezago social, elaborado por la Subsecretaría de Planeación, Evaluación y Desarrollo Regional de la Secretaría de Desarrollo Social (Sedesol), de 122 millones 636 mil 694 habitantes que hay en el país,  nueve millones 375 mil 581 viven en pobreza extrema. 

En Sinaloa de 2 millones 966 mil 321 habitantes, más de 600 mil viven en carencia alimentaria, de los cuales 132 pertenecen al municipio de Culiacán. 

Este último dato lo revela el Banco de Alimentos de Culiacán, a través de su titular, Arturo Torres Santillán, quien reconoce que el combate al hambre requiere de más voluntad por parte de la ciudadanía ya que se trata de una labor titánica en manos de unos cuantos.  

“El Banco de Alimentos atiende a un promedio de 26 mil personas, entonces yo siempre lo digo, nos fala mucho camino por recorrer,  acelerar el paso, tratar de permear más en la sociedad, sensibilizar a la sociedad de que existe un problema muy grave como es el hambre y la pobreza, y de que nos ayuden más los empresarios, los industriales, los comerciantes y sobre todo los agricultores”, refirió. 

La población rural de Sinaloa parece sufrir las consecuencias de la crisis en el modelo agrícola ya que desde hace años crece la pobreza y marginación, esto aunque las autoridades digan lo contrario, así lo considera don Aarón, quien ha sido jornalero agrícola durante más de 40 años y ha visto los estragos de la carencia en amigos y conocidos. 

“La pobreza te arrastra, se desunen matrimonios, se alejan de la pareja, abandonan los hijos, porque los salarios no alcanzan, y la mujer desesperada dice que… ¿pa’ qué?; yo tengo control de mi vida, porque llegué a la edad de 16 años, tengo 65 y aquí estoy, estoy acostumbrado a los golpes de la vida, y así, mira donde vivo”, manifestó. 

Don Aarón Vive en una casa de lámina y piso de tierra, su historia es similar a la de miles de jornaleros agrícolas que no disponen de un trabajo fijo y son manejados en grupo para   trabajos de la siembra, cosecha, recolección y la preparación de los productos agropecuarios. Irónicamente, tienen hambre.

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