País-Mundo | 07/17/2018 | Notimex
Ciudad de México.- Un 80 por ciento de las especies marinas de México están colapsadas debido a un proceso de pesca desmedido, por lo que es indispensable decretar una Gran Reserva de la Biosfera en el Mar de Cortés y el Pacífico Sudcaliforniano para revertir este problema.
Así lo aseveró el representante de la Comisión en Defensa de los Mares de México (Codemar), Mario Gómez Cruz, en conferencia de prensa para aclarar las dudas sobre la propuesta para declarar “Areas Protegidas en el Mar de Cortés”.
En un ambiente tenso, debido a que un grupo de la comunidad de pescadores del Mar de Cortés llegó al lugar para manifestar su desacuerdo a esta propuesta, Gómez Cruz explicó que el principal problema es que los mares han sido severamente explotados.
De hecho, reveló que las especies de primera calidad alimenticia son las que más han resultado afectadas, ya que muchos casos son hembras en estapas juveniles que no alcanzan a madurar para su reproducción.
Recordó que Conapesca repartió en 2016 más de dos mil millones de pesos en subsidios, sin embargo comentó que poco es lo que le llega a los pescadores ribereños.
En el caso específico del Mar de Cortés, expuso que la depredación de la industria pesquera ha ocasionado una disminución notable en la disponibilidad de sardina, al pasar de 500 mil toneladas entre 2008 y 2009 a tres mil 500 toneladas en 2013 y 2014, siendo el registro más bajo de pesca.
Aseveró que se trata de una población de peces que es crucial para la alimentación de especies pelágicas como focas, lobos marinos, delfines, ballenas y aves, pero que además se comparte con Estados Unidos y Canadá.
A ello se suma la paradoja que implica que el 85 por ciento de la sardina capturada se utilice para la producción de forraje de animales, con una tasa promedio de conversión de seis kilos de sardina por acda kilo de harina.
El hábitat de los mamíferos marinos del Mar de Cortés ha sido afectado por la remoción del fondo marino a causa del arrastre industrial de camarón, además de que muchas especies mueren atrapadas y asfixiadas por estas redes de pesca profunda.
Ante ello, explicó que la Codemar hizo un exhorto público a la Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) para decretar una Gran Reserva de la Biosfera en el Mar de Cortés y el Pacífico Sudcaliforniano, a fin de proteger los ecosistemas marinos.
Por su parte, representantes de pescadores del Mar de Cortés se presentaron a la conferencia para manifestar su inconformidad y argumentar que la propuesta mencionada tiene como fin “privatizar el área de Mar de Cortés”, para su uso con fintes turísticos y explotación minera.
Previo a la conferencia de prensa, Raúl Sánchez, de Guaymas, Sonora, en compañía de representantes de pescadores de esta zona marítima, aseveró que no existe necesidad de declarar más áreas protegidas marítimas.
Aseguró que el esfuerzo pesquero que se ejerce en esta zona está regulado debidamente por el Instituto Nacional de la Pesca del país y está monitoreado con vedas e indicaciones precisas, pero que el verdadero problema del país es la pesca ilegal que no se ha podido contener.
Acusó qué hay intereses turísticos y mineros en la zona y que de ahí se desprende esta propuesta que afectaría a más de 300 mil empleos de manera directa en perjuicio de millones de pescadores de la zona.
Humberto Becerra Batista, representante de la Cámara Nacional de la Industria Pesquera y Acuícola, aseveró que los datos presentados como argumento para declarar una sobreeplotación, no corresponden al Mar de Cortés y que dicha sobreexplotación no existe en esta zona.
Aseveró que la producción de camarón se ha mantenido en los mismos niveles y que el problema se debe a que han crecido mucho los actores en las comunidades ribereñas, porque la pesca siempre ha sido el premio para las campañas electorales.
Advirtió que a dichas comunidades pesqueras hay que buscarles otras alternativas como los parques acuicolas, además de que no se debe permitir que la pesca ilegal incida en los negocios de pescadores que llevan 80 años trabajando en el mar.
Se trata, dijo, de un millón 200 mil empleos que están ahí y que ayudan al 60 por ciento de la alimentación de este país, por lo que los subsidios que se aplican a la pesca si llegan a la mesa del consumidor, ya que una lata de atún cuesta 14 pesos cuando en países como Chile este producto llega a costar hasta 30 pesos.