Espectáculos | 07/19/2018 | Radio Fórmula
Ciudad de México.- Este miércoles, Darío Celis dedicó su columna "Tiempo de negocios" a la historia del "rescate financiero" de Luis Miguel: las razones que llevaron al cantante a relatar, después de toda una carrera llena de hermetismo, su vida en una bioserie.
Todo comenzó el 2 de mayo del año pasado. Luis Miguel fue detenido en Los Ángeles, California, y liberado unas horas después tras pagar una fianza de un millón de dólares. ¿El motivo? Su exmánager estadounidense, William Brockhaus, lo demandó por incumplimiento de contrato y por no pagarle el dinero que "El Sol" le debía.
Tras ese episodio, el intérprete cambió: comenzó a ser extremadamente amable con el público y la prensa. Causó furor cuando lo encontraron en San Miguel de Allende unos días después y dejó que las admiradoras se tomaran fotos con él, en las que posó sonriente. Lo mismo ocurrió con sus fans de Las Vegas y Beverly Hills.
Ahora, en el texto del columnista de Imagen, sabemos que el 6 de mayo se encendieron los focos rojos y comenzó a urdirse un plan de rescate de Luis Miguel, orquestado por su amigo de toda la vida Miguel Alemán Magnani.
En el T-Mobile Arena de Las Vegas, durante un evento donde Saúl "El Canelo" Álvarez se enfrentó a Julio César Chávez Jr, Magnani se reunió con los empresarios Carlos Slim Domit y Carlos Bremer para proponerles uno de los negocios más rentables: Luis Miguel Gallego Basteri.
Los tres acordaron un fondo, donde cada quien puso 5 millones de dólares, más 3 que el mismísimo "Micky" agregó. De ahí salió el presupuesto para la bioserie distribuida por Telemundo y Netflix, de la cual cada episodio costó alrededor de 1 millón.
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Pero ¿cómo convencer al intérprete de "La incondicional" de que fuera él mismo quien contara su vida? Pedro Torres y Televisa ya tenían en la mira comprar los derechos de los discos del hijo de Marcela Basteri y hacer una serie como la de Juan Gabriel, José José y Jenni Rivera [afortunadamente MGM les ganó].
Además, las deudas de Luis Miguel ya rebasaban lo que podría recaudar con los conciertos. Y, como cereza en el pastel, el cantante canceló conciertos entre 2013 y 2016 no sólo porque quería descansar [algo merecido en su imparable carrera] sino también por la tinnitus: una afección incurable del oído que provocan que escuche zumbidos intermitentes.
Dicha enfermedad es consecuencia de que, en una presentación en Perú en el 2000, un cambio de voltaje casi provoca que le estalle el tímpano. Por la tinnitus, "Micky" debe cuidarse de los cambios de temperatura y las gripas, que lo han llevado a cancelar, como ocurrió en el Auditorio Nacional hace tres años.
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