País-Mundo | 08/09/2018 | Notimex
Ciudad de México.- Diminutos pero determinantes en el ecosistema y formación de suelos, los ciempiés y milpiés son desplazados lentamente por el crecimiento urbano, e incluso en las áreas rurales por la deforestación y “limpieza” de zonas por el ecoturismo.
Estas especies, denominados miriápodos, pertenecen a un grupo de los artrópodos que son animales invertebrados similares a los insectos que son terrestres. Se han contabilizado más de 14 mil especies en el mundo, de las cuales cerca de 800 existen en México.
Aunque hasta el momento no se ha documentado en el país ninguna especie en peligro de extinción, Julián Bueno Villegas, investigador de la Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo (UAEH) advirtió que los ciempiés y milpiés están amenazadas por el aumento de zonas urbanas.
En las zonas rurales también se ven afectados, ya que la tala de árboles en bosques reduce el número de especies. Destaca que el cambio del uso del suelo por cultivos, signifique una introducción de especies procedentes de Europa y Asia que no son nativas de las regiones.
El experto afirmó que las comunidades de especies que habitan en cuevas son las más amenazadas, ya que en muchas ocasiones los pobladores “limpian” las cavernas para evitar la presencia de este tipo de artrópodos y así desarrollar el ecoturismo.
Los miriápodos son el cuarto grupo más grande de los artrópodos, el primero son los insectos, seguido de los arácnidos y los crustáceos, pero estos ayudan a reducir el número de maleza que forma parte de su alimentación, según información de la agencia informativa del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt).
Su importancia en la formación de suelos, pues se alimentan de materia vegetal en descomposición que se concentra en los suelos y las selvas, y sus heces se integran al suelo, aportan nutrientes.
Los especialistas han documentado que en Quintana Roo, este grupo consumen alrededor de 30 toneladas de hojarasca al año y en los países templados casi abarcan 30 por ciento del consumo total.
En Hidalgo, por ejemplo, se habían documentado hasta hace 13 años cerca de siete especies de miriápodos, y en la actualidad se han contabilizado más de 50.
A nivel mundial, se describen alrededor de 14 especies nuevas cada año, varían dependiendo de los ambientes húmedos y con vegetación conservada que es donde predominan, aunque también existen en las zonas urbanas.
Bueno Villegas enfatizó que los milpiés no son dañinos para los seres humanos, mientras que los ciempiés producen un veneno que aunque no es mortal, requiere de atención médica por algunos efectos que puede generar.
Recomendó a la población no tocarlos y utilizar algún objeto para sacarlos de sus domicilios y ponerlos en los jardines, ya que “únicamente atacarán cuando se sientan amenazados” y exhortó a no matarlos cuando los vean dentro de sus viviendas, pues son comunes en sitios con vegetación.