País-Mundo | 10/23/2018 | Notimex
Ciudad de México.- Considerados por muchos como salvadores, los médicos dedican su vida a cuidar y curar la salud de los enfermos, una labor que es reconocida en el Día del Médico que se conmemora el 23 de octubre de cada año.
Esta celebración, que se realiza desde 1937 en México, coincide con la creación del Establecimiento de Ciencias Médicas en 1833, actual Facultad de Medicina de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
De acuerdo con el portal www.gob.mx, en México existen más de 225 mil médicos quienes, junto con las cerca de 312 mil enfermeras y demás profesionales de la salud, realizan más de un millón de atenciones médicas diarias.
Entre ellas: encargarse de alrededor de cuatro mil 300 nacimientos, cerca de un millón de consultas, casi 10 mil cirugías, más de 16 mil hospitalizaciones y aproximadamente 100 mil urgencias.
Como si fuera poco, los médicos mexicanos realizan estudios epidemiológicos para conocer los patrones de salud-enfermedad de la población y dar cuenta de los padecimientos que más afectan a los ciudadanos, su frecuencia y distribución.
También desarrollan investigaciones de diversa índole para encontrar nuevos métodos diagnósticos, tratamientos más efectivos y mejores formas de prevención.
Por esta importante labor, se propuso en la Convención de Sindicatos de Médicos Confederados de la República Mexicana, llevada a cabo en Cuernavaca, Morelos, en 1937, celebrar a los doctores, señala el portal medigraphic.com.
Esta propuesta fue secundada por las demás organizaciones médicas del país y se instituyó ese día en el que se reconoce a quienes con humanismo y pasión se enfrentan a enfermedades y epidemias.
Además la fecha se estableció en 1937 en homenaje al doctor Valentín Gómez Farías, quien en 1833 inauguró el Establecimiento de Ciencias Médicas en la Ciudad de México, apunta el portal niversomedico.com.mx.
En los años siguientes, en México el campo de la medicina incorporó a las mujeres en sus filas; luego de que Agnodice se disfrazara de hombre para poder estudiar y después convertirse en la primera médica y ginecóloga.
Mientras que en la actualidad, hombres y mujeres ejercen esta noble profesión y ofrecen a todos los días una esperanza de seguir adelante a los enfermos y a sus familias.