El sufrimiento de una familia mexicana en las caravanas migrantes

Sinaloa | 12/12/2018 01:00:00 p. m. | Manuel Aceves

El sueño se volvió una pesadilla al convivir de cerca con la realidad que envuelve a los grupos de centroamericanos.

Culiacán, Sin. - Originario del Estado de Durango, el señor Terán Leal Félix, emprendió una travesía junto a su familia que le dejó amargos momentos y un crudo regreso.

A mediados de junio de este año llegó a Sinaloa para atender a su esposa María Inés de un problema de salud y meses después, al enterarse de las caravanas migrantes que intentaban cruzar hacía los Estados Unidos, decidió seguir ese camino en busca de oportunidades. 

Hicieron sus maletas con escasas pertenencias, tomaron los ahorros producto de la caridad de otras personas y se fueron hacía el norte con la esperanza de una mejor vida.  

En pocos días el sueño se volvió una pesadilla, al convivir de cerca con la realidad que envuelve a los grupos de centroamericanos.

Aunque reconoció que hay muchas personas que se apoyan mutuamente para seguir en el recorrido, otras se vuelven un obstáculo al ejercer violencia y cometer asaltos.  

“También es mucha delincuencia, se encuentra uno a 20 ó 30 y le quitan lo que traen, si traes buen pantalón, si traes buenos huaraches te los quitan y si no se los das te matan”.

-¿Le tocó algún asalto? 

“Sí, con puntas y traen hasta armas de fuego, me quitaron mi reloj, mi cartera, traía 150 dólares, todo nos quitaron, la impresión para mi familia, fue un susto, son niños que se asustan, y empiezan a llorar, y yo… ¿qué hago?; los cubro, no me queda otra; si no se los doy me lo van a quitar y me van a golpear,  entonces menos puedo salir adelante con mis hijos si me golpean o me matan”, relató. 

Tras 8 días de haber vuelto a Culiacán, comentó que al llegar a la frontera el pasado 25 de noviembre el calvario fue otro, pues el intento de cruzar fue impedido por militares norteamericanos que estaban dispuestos a todo sin importar la presencia de mujeres y niños. 

Con prepotencia, recuerda a su esposa y niños asustados entre empujones y tosiendo ante gases lacrimógenos. 

“Estamos muy feo allá, no vuelvo a pasar jamás, nunca, no nos quiere Donald Trump, somos muchos los que nos regresamos”, lamentó.  

Terán Leal planea regresar a Durango con su familia, aunque reconoce que no son muchas las oportunidades laborales, dice que buscará un trabajo "de lo que sea”, pero eso sí, uno donde sea tratado dignamente y no como lamentablemente son tratados los migrantes en busca de oportunidades.







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