Seguridad | 02/04/2019 06:00:00 p. m. | Ernesto Torres
Los Mochis, Sin.- Me encomendé a Dios, porque aunque estaba muy lejos, ella estaba pidiendo ayuda cuando la observamos con los binoculares mar adentro, y entonces sabía que debía ir por ella, dijo José Ricardo Ortiz Zazueta, el agente de la Policía Turística de Ahome que nadó más de dos kilómetros para salvar a una joven colombiana.
El agente, quien ingresó hace 4 años y medio a la corporación como agente vial, y quien casi de inmediato fue asignado a la Policía Turística de la playa El Maviri, fue para Wendy Romero de 21 años, originaria de Bogotá Colombia, quien literal le salvó la vida, pese a los riesgos que implicaba el rescate.
Narra que a pesar de que habían pasado más de 40 minutos desde que la perdieron de vista entre las olas, la joven seguía aferrada intentando no ahogarse, lo que fue una señal para Ricardo: debía ir a su rescate, acción que hoy lo llena de satisfacción.
“Con unos binoculares observamos que hacía señas con las manos, más o menos son alrededor de dos kilómetros, dos kilómetros y feria, es donde está el canal de navegación por donde pasa el barco Baja Ferries; es muy adentro, bastante adentro, para llegar fue como una media hora nadando. Fue bastante retirado y agotador, pero cuando me acerqué alcancé a ver que la joven manoteaba en el agua y se hundía y salía, y fue en ese momento cuando me acerqué y luego de tomar un poco de aire, comencé a remolcarla".
Cuenta que su fe en Dios, fue lo hizo arriesgar su vida al nadar tan lejos para poder rescatar a la estudiante, pues no dudó en quitarse el uniforme para ir a donde estaba la joven. Asegura que al ingresar pisó cinco mantarrayas y no le picaron, lo que él miró como otra señal: debía continuar.
“Yo lo primero que hice fue que me encomendé a Dios, sabía que era un tramo muy largo, pero ella estaba pidiendo ayuda y luchaba por mantenerse a flote. Había gente ahí que decían que era imposible que llegara yo primero que la embarcación que iban a conseguir para llegar más rápido, pero yo pensé que quizá la panga tardaba más tiempo, y dije vale más hacer el esfuerzo... cuando caminaba pisaba mantarrayas y se movían, no me picaron y lo vi como un aviso, de que todo iba salir bien y así me fui. Me cansé si, fue muy arriesgado y me agoté, pero se logró el objetivo que era salvar a la muchacha y ahí está”, dijo el policía de quien su rostro y las quemaduras en el cuello por el equipo salvavidas, reflejas su acto heroico.
Una vez que la rescataron y la sacaron del mar, la joven se desvaneció y comenzó a vomitar agua, por lo que fue necesario brindarle los primeros auxilios, en medio de decenas de curiosos que se acercaban a felicitarlo por la gran labor realizada.