Sinaloa | 03/21/2019 03:00:00 p. m. | Comunicado
Las Labradas, San Ignacio.- Miles de visitantes acudieron a recibir el “Equinoccio” de la Primavera en la zona arqueológica de Las Labradas, donde fueron recibidos con exposición del juego prehispánico del Ulama en sus diferentes variantes (cadera, brazo y palo), danzas ceremoniales, exposición de fotografías representativas del lugar, presentación de proyectos de la Zona Arqueológica y “el baño de energía solar”.
En el acto protocolario de bienvenida, el Secretario de Turismo, Óscar Pérez Barros tras felicitar al presidente municipal de San Ignacio Iván Báez Martínez por la realización del programa, comentó que siempre dará el apoyo para efectuar este tipo de eventos que enriquecen el conocimiento de nuestra cultura, arte y tradición.
Señaló lo importante que es tomar esto desde sus raíces, como un regreso a nuestros orígenes, para que la gente que nos visita conozca lo que se hacía y “no dudamos en decir que debemos complementar la cultura con el turismo y este es un gran ejemplo”.
Invitó a todos los presentes a disfrutar “a cargarnos de energía en esto que es un gran espectáculo, una enseñanza cultural de nuestros antepasados que debemos aprovechar, disfruten de las playas de San Ignacio y de todo Sinaloa, vivan esta experiencia y transmítanla para que más personas conozcan lo que tenemos aquí, porque hay grandes cosas y vamos a ir por más en el turismo de Sinaloa”.
Por su parte, el alcalde Báez Martínez señaló que Las Labradas es una oferta atractiva para los turistas y con ello hacer que se interesen por conocer el municipio, donde contamos de todo para que disfruten y gocen de su gastronomía, su cultura, historia, además de sus hermosasm playas, como Las Labradas.
A su vez, el delegado del Instituto Nacional de Antropología e Historia, Francisco Ríos Avendaño, hizo alusión al hecho de que en nuestra entidad, en pleno siglo XXI se mantienen tradiciones prehispánicas como el juego del Ulama, cuyos exponentes nos han representado en diferentes partes del mundo; es una rica práctica del patrimonio cultural y tradicional de Sinaloa, además que es una zona arqueológica única, que le da un plus a la región.
Es un evento que ha sido un motivo para que los sinaloenses conozcan una joya arqueológica única en América Latina, ya que cuenta con más de 700 rocas volcánicas labradas en la playa que la convierten en un tesoro de nuestros antepasados y de la naturaleza.