Sinaloa | 05/11/2019 05:15:00 p. m. | Manuel Aceves
Culiacán, Sin - Hace unos días la señora Carmen Villarreal recibió una llamada de la Secretaría de Relaciones Exteriores en la que le informaron que sus hijos le habían mandado algunos obsequios desde Malasia. Le pareció extraño, pues tendrían que recogerlos en el Aeropuerto Internacional de Culiacán.
Aunque la razón le advertía que debía hacerse ilusiones, su corazón de madre latía con fuerza al imaginar que ese regalo eran sus propios hijos Luis, José Regino y Simón González Villarreal.
Al llegar a la terminal aérea, el sueño se hizo realidad y supo que se trataba del mejor Día de las Madres en su vida.
Tras 11 largos años de ausencia por fin pudo abrazar de nuevo a sus hijos e inundarlos de besos como cuando eran pequeños.
De inmediato, fueron a casa en la Colonia Loma de Rodriguera donde los vecinos ya los esperaban. Parecía un sueño, pero era verdad.
“Fue una alegría muy grande porque volví a ver a mis hijos, me dio mucho gusto ver que venían llegando, corrí a abrazarlos, yo sí tenía esperanza de que volvieran, desde que los perdonaron, yo tenía esa esperanza y así fue”, comentó.
Por su parte, el señor Héctor González Ríos, reconoce que sus hijos pagaron sus errores a un costo muy alto, y ahora estará más pendiente de ellos a fin de que no vuelvan a caer en tentaciones peligrosas y se conduzcan por el camino de la rectitud y honradez.