País-Mundo | 06/06/2019 05:00:00 p. m. | Notimex
Río de Janeiro.- La deforestación es uno de los problemas ambientales que más preocupa a los brasileños, en particular porque el país alberga uno de los mayores pulmones del mundo, la Amazonia, la cual ya ha perdido 739 kilómetros cuadrados de masa forestal, ante las débiles políticas del gobierno.
De acuerdo con un estudio publicado en ocasión del Día Mundial del Medio Ambiente, un porcentaje mayor de los brasileños (53 por ciento) está preocupado por la deforestación, aunque la contaminación del agua, el tratamiento de residuos, el calentamiento global y el agotamiento de los recursos naturales son otros asuntos que los mantienen intranquilos.
Aunque el cambio climático es una cuestión prioritaria en todo el mundo, la deforestación aparece entre los cinco primeros temas de preocupación ambiental a nivel mundial, y para Brasil, Turquía, Argentina, México y Colombia es un problema que urge frenar, muestra el estudio de la consultora internacional Ipsos, reproducido por el diario Folha de Sao Paulo.
Esta preocupación en Brasil tiene fundamentos reales, pues, un informe preliminar que realizó el Instituto Nacional de Investigaciones Espaciales (Inpe) y el sistema de satélites que monitorean la maleza en el país, Deter, reveló que la Amazonia está en peligro debido al aumento de la deforestación.
El reporte del Inpe, publicado por el diario local O Globo, también por el Día del Medio Ambiente, señala que la deforestación en la Amazonia se incrementó a 739 kilómetros cuadrados (km2) en mayo pasado, un drástico aumento respecto al mismo mes de 2018, cuando registró una pérdida de 550 km2.
Grupos ambientalistas brasileños sugieren que la pérdida de masa forestal se debe en gran parte al incremento de la actividad de madereros ilegales, así como a proyectos mineros y de infraestructura en esa región, donde las políticas se han vuelto más relajadas en el gobierno del presidente Jair Bolsonaro.
Un reciente estudio de la organización no gubernamental Conservación Internacional muestra que Brasil es una de las naciones que más ha alterado sus disposiciones en materia ambiental, ya que cambió un total de 66 por ciento de sus leyes en 56 años hasta 2017.