Deportes | 01/13/2020 05:55:00 p. m. | Fabricio Urías
Culiacán, Sin.- Consternación en la casa de la nación guinda tras la muerte repentina del couch de jardineros de los Tomateros, Leonardo Valenzuela Zavala.
Aún y cuando se encontraba cumpliendo con labores de cuerpo técnico con los Tomateros de Culiacán, organización a la que llegó el pasado mes de diciembre, Valenzuela Zavala fue un ícono de los Yaquis de Ciudad Obregón, principalmente defendiendo el prado central, uno de los jardineros mexicanos más grandes en la historia de la pelota invernal.
Jugó durante 14 temporadas, de las cuales en 13 defendió la casaca de la tribu; tan solo en la 88-89 emigró a los Águilas de Mexicali, para retirarse a la Antigua Cajeme, en la 93-94.
A lo largo de su carrera, bateó para .254 de porcentaje, 36 cuadrangulares, 244 carreras producidas, 374 anotadas y 736 imparables.
Quienes lo vieron jugar, resaltaron que su brazo era fuera de serie, velocidad, certero guante y manejo ofensivo exquisito, es lo que traía a la mesa el hoy homenajeado. Campeón en la temporada 1980-1981, un ícono, miembro de la realeza Yaqui.
Jugador que demostró dignidad, humildad y total responsabilidad, dentro y fuera del terreno.
En pocas palabras fue un atleta, gran jugador de voleibol, y luego demostró ser un pelotero que contaba con grandes herramientas, bateo, gran brazo y una excelente defensiva, sin duda, uno de los mejores jugadores que han pasado por las filas de los Yaquis.
Descanse en paz.