Sinaloa | 05/08/2020 10:47:00 a. m. | Manuel Aceves
Culiacán, Sin.- Ángela Kalinne Mapula, es una joven madre de familia que está en la primera línea de defensa contra el coronavirus Covid-19.
Su experiencia, durante 14 años en el Hospital Pediátrico de Sinaloa, la ha convertido en una pieza clave en estos momentos difíciles, lo tiene muy claro pero su mayor satisfacción es cuando los propios pacientes se lo expresan con una sonrisa al ser dados de alta.
Entrevistada por Luz Noticias, confesó que desde muy pequeña siempre admiró el trabajo en favor de los demás que realiza el personal de la salud, por lo que incluso truncó su carrera en pedagogía para seguir el llamado de su corazón y convertirse en enfermera.
Ángela tiene una hija de 15 años, uno de 10 y otro más de 5 años, quienes la admiran y le dan aliento en medio de los nubarrones emocionales que suele provocar la contingencia sanitaria.
“Yo creo que es el sentir de todas las enfermeras, de llegar a casa, decirles: por favor métanse al cuarto, voy a entrar para bañarme, para quitarme el uniforme dentro del baño, sanitizar por donde paso y ya que me bañó me dice el niño: mamá, tardaste mucho haciendo todo eso, ya quiero darte un beso. Yo le digo: mi amor, es que me tengo que bañar primero para quitarme todo lo malo que traigo; me dice: mamá, es que yo no quiero que tengas coronavirus. Le digo: no mi amor, no me voy a enfermar, tranquilo”, dijo para luego añadir:
“Igual estoy con la reserva de que no me abracen, de que no me besen porque no sé en qué momento pueda contagiarme o si sea una persona positiva asintomática, es el mismo miedo que tenemos todas las enfermeras y los médicos”, acotó.
Su hija mayor le ha dicho que esté tranquila, que ella cuidará de sus hermanos en caso de que enferme, ella se siente orgullosa al escucharla y convierte sus palabras en un motor para dar lo mejor de sí en el hospital.
Ángela le hace honor a su nombre, pero también tiene sus propios ángeles, se trata de aquellos niños a quienes les tomó gran cariño por su larga estadía en el hospital pero que lamentablemente partieron de este mundo y dejaron un gran vacío, pero también una enorme lección de vida, ellos también son su motor.
Finalmente hizo un llamado a respetar al personal médico que está en la línea de fuego contra la pandemia, ya que son hombres y mujeres que están dispuestos a dar hasta su propia vida por el bienestar de personas que no conocen, pero que cuidan y atienden como si fueran miembros de su familia.