Sinaloa | 08/15/2020 08:22:00 p. m. | Víctor Acosta
Los Mochis, Sin.- En plena vigencia de la temporada de lluvias y ciclones tropicales, contemplada del 15 de mayo al 30 de noviembre, el delegado de Protección Civil en la zona norte de Sinaloa exhortó a la población en general, a no intentar cruzar ríos y arroyos durante las crecientes, pues eso significa “jugarse la vida”.
Omar Mendoza Silva puntualizó que no son pocos los casos en la historia de Sinaloa, dónde se ha perdido la vida de personas, debido a la decisión que tuvieron en determinado momento de creer que sí podían cruzar las crecientes de ríos y arroyos, para salir o llegar a sus comunidades.
Precisó que el peligro es latente, para todas las zonas del estado de Sinaloa; sin embargo, el porcentaje es más elevado en las áreas serranas, como, por ejemplo, en el Municipio de Sinaloa, Choix y El Fuerte, donde el agua trae una mayor velocidad y volumen, por lo que ante tal fuerza nada o poco se puede hacer.
“Sí, la verdad, es que se están jugando la vida, infinidad de gente se la ha llevado, no, y los hemos extraviado, perdido, en donde no hemos podido ni recuperar ni siquiera los cuerpos, en algunas ocasiones; entonces, es algo realmente muy arriesgado que queramos nosotros cruzar un arroyo o un río, sabiendo la creciente y más cuando estamos en un municipio o una comunidad que sabemos que el agua viene cuesta abajo, que trae velocidad, que trae cuerpo, que trae volumen y, pues todo esto es un conjunto que los resultados, pues, difícilmente, los vamos a poder controlar, una fuerza de esa magnitud”, comentó.
En el caso de los municipios de Ahome y Guasave, precisó que, si bien, no existen muchas crecientes de consideración en arroyos; no obstante, sí hay peligro en los ríos, por lo que llamó a la población a estar atenta.
En ese sentido, el Delegado de Protección Civil expresó que está demostrado que la fuerza del agua es capaz de, incluso, arrastrar automóviles, motocicletas o cualquier otra unidad motriz, por lo que la recomendación siempre será, dijo, la de ser pacientes y esperar que el cauce del arroyo o río baje, para poder garantizar un cruce seguro.