Sinaloa | 08/19/2020 12:08:00 p. m. | Brianda López
Culiacán, Sin.- La restauración del manglar no es una idea descabellada ante el impacto ambiental por la construcción de la planta de amoniaco en Topolobampo, ya que la empresa puede invertir y compensar en ello, consideró Federico Páez Osuna.
A través de una conferencia virtual, el investigador del Instituto de Ciencias del Mar y Limnologia de la UNAM y también miembro del Colegio de Sinaloa, presentó, según su experiencia, sobre cuál es el impacto ambiental de la planta de fertilizantes.
El investigador afirmó que se existen tres: el cambio del uso de suelo, manejo del agua y emisión de gas, todos con pros y contras.
Detalló que, este proyecto es controversial por lo anterior, tiene efectos positivos y negativos.
"La empresa puede comprometerse en restaurar, invertir y reforestar todo aquello que se puede perder y ahí es cuando sería factible realizar el proyecto, ya que no sólo se trata de "amoníaco" para agricultura, sino que significa una nueva industria para Sinaloa y todo el país", consideró.
“Las medidas de mitigación pueden alcanzar desde un 30 a un 100 por ciento, me refiero ante la restauración del manglar, es una opción que no es descabellada y podría compensarlo. No puede haber progreso si ninguna de las parte sede, todos se deben de unir por un proceso y por un bien en común, hay que tenerlo en cuenta”, apuntó.
TRES IMPACTOS:
Cambio de uso de suelo
Explicó que en las 126 hectáreas en donde se pretende construir la planta, era un humedal, mismo que provocará que todos los usos de este, se perderán. Razón por la cual muchos grupos se manifiestan buscando sostenimiento de la biosfera, estabilidad costera, retención de carbono.
Manejo del agua
Cuando inicie operación, si es que logra construirse, dijo que succionaría más de 2 mil metros cúbicos por hora, en donde también llevaría huevas de pescado, camarón y demás vida marítima; sin embargo, en cualquier industria esto podría ocurrir.
Emisión de gas
Señaló que, plantas de ese tipo en la India y China emiten gas, se habla de más de 100 toneladas en cada determinado tiempo.
Finalmente, Federico Páez Osuna comparó entre una granja de camarón, una termoeléctrica y una planta de amoniaco y afirmó que en las tres, el cambio del suelo es el mismo, en el manejo del agua, la granja y la termoeléctrica manejan 12 veces más líquido y afectan más que la planta de amoníaco en la emisión de gas.
Señaló que una planta de amoníaco emite el CO2 equivalente a lo que generan 14 mil hectáreas de una planta de camarón.